Por Mora Celsi
La tecnología avanza a pasos agigantados y lo único que pueden hacer las industrias es adaptarse a los cambios e innovaciones para subsistir y mantenerse relevantes. Daniela Delgado, Licenciada en Relaciones Públicas y aficionada de las nuevas tecnologías y su impacto en la música, se encargó de estudiar a fondo el Caso Atronomical: el recital en vivo de Travis Scott dentro de Fortnite.
Los eventos de Fortinte y sus visuales han logrado ser los más atractivos, ofreciendo imágenes increíbles y propuestas únicas, sumergiendo a los jugadores en una experiencia en el Metaverso nunca antes vivida. En 2020, plena pandemia, Fortnite desarrolló un evento innovador para los usuarios que buscaban unidad más que nunca: un recital interactivo dentro del juego. “El Caso Astronomical ocurrió en un momento puntual, en la pandemia, donde la industria no tenía forma de hacer música en vivo, no sabían cómo se iba a consolidar. El recital de Travis dentro del Fornite fue una propuesta muy innovadora, y aunque ya se había visto la importancia de la música en Fornite, nunca había tenido una propuesta de estas características”, explicó la licenciada.
Delgado siempre tuvo una debilidad por la música, y por la tecnología, por supuesto; “siempre me encantó, familiarmente tenemos un negocio, un bar con música en vivo que se fue diversificando. La música es algo que siempre me atrae, y me gusta verla con esa mirada actualizada, me gusta ver cómo cambia la tecnología; entendí que la música es la primera industria en la que impactan estos cambios, y le cuesta mucho adaptarse”.
El caso de Travis Scott y su recital en Fortnite, sin embargo, demuestra un fuerte entendimiento de la industria por parte de las empresas involucradas, que supieron combinar dos grandes mundos: la música en vivo y los videojuegos. “27 millones de personas lo vieron desde distintas plataformas. Si lo tomas así, aisladamente es el recital más concurrido de la historia. Superó las expectativas y abrió la puerta para grandes cosas. Uno de los factores más importantes del éxito de esta propuesta fue que todo se encontraba dentro del ecosistema Sony: es la discográfica de Travis Scott, el publisher de Fortnite es Epic Games (Sony), y la PlayStation también es Sony”.
Lo central del caso es estudiar cómo trabajaron juntas varias industrias y cómo se unificaron los seguidores de cada una en un mismo lugar, generando una sinergia entre las empresas que atrajo a los fans de la música en vivo, los fans de Travis y los fans de los videojuegos.
La música siempre tuvo mucho protagonismo en los videojuegos, por ejemplo, hay canciones que son automáticamente relacionadas con el FIFA. Desde Fortinite, supieron entender esto para potenciarse desde siempre, y sin embargo, este caso dio en la tecla como nunca antes. Fue una decisión cohesiva y calculada: tanto Travis Scott como su música encajan perfecto en el público y la estética del videojuego. Es una decisión estratégica, desafiante y realmente muy acertada, que brindó unión en un contexto de aislamiento y distanciamiento.
Con respecto a otras nuevas tecnologías, Daniela Delgado declaró que le gusta entender cómo funciona con los streamers, y cómo el streaming transforma las modalidades tradicionales de difusión de información. “Por ejemplo, mucha gente transmitió y reaccionó a los debates presidenciales en vivo. Estas nuevas formas de crear contenido dan lugar a que todo sea más democrático. Se abren cada vez más espacios para que se escuchen más voces, y esos cambios revolucionan todo”, agregó.
En línea con lo novedoso del streaming, este cambio supo repercutir gradualmente en la música. Antes, un artista tenía que sacar un álbum para hacer más plata, y a veces el costo de eso era tener canciones muy largas e incluso “de relleno” con tal de vender. Sin embargo, desde que apareció ITunes, la atención se volvió hacia las canciones, ya apareció la posibilidad de comprarlas y descargarlas individualmente, y la industria se transformó hacia eso, con el foco en los temas particulares.
Hoy ya no es necesario siquiera descargar las canciones, ya que con las plataformas de streaming como Spotify, la música se escucha a demanda, en vivo e individualmente. “Ahí cambian las cuestiones, y es donde los artistas empiezan a colaborar, en un ambiente más participativo. Toda esta camada de artistas nuevos que se potencian entre sí están lejos de la competencia que se creía mejor antes”, agregó.
Si bien este es un aspecto positivo de las nuevas tecnologías, se entiende también que la velocidad con la que se mueve la sociedad hoy, alterada por los algoritmos, las pantallas, los itinerarios, hacen que las canciones tengan una vida útil muy corta. A veces, sólo funcionan como un trend de TikTok, que es descartado por los usuarios a las semanas, y lograr la trascendencia es difícil para los artistas, y la rentabilidad del éxito efímero pareciera ser más importante que lograr permanencia en el tiempo.
En este nuevo paradigma en el que la gente decide qué escuchar, no son las disqueras ni las radios quienes marcan las tendencias. La oferta es tan amplia que es la gente la que decide que escuchar. Es difícil trascender, pero el músico debe pensar de manera más amplia para adaptarse: “no solo es lo que se escucha sino lo que ve, es el artista quien decide hacer el video o no, hacerle una coreo o no, y todo eso es parte de la propuesta”, concluyó Delgado.
* Este artículo es parte de la edición de NOVIEMBRE 2023 del newsletter LINKEADOS de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad FASTA *