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El desafío de comunicar desde la política

Por Paula Faiella

Martín Ramírez Tacgorian es Licenciado en Relaciones Públicas y es docente de Opinión Pública en la Facultad de Periodismo y Comunicación de UFASTA. Se dedica a la comunicación política, carrera que comenzó desde muy temprana edad, pasando por la gestión pública, el ámbito privado, hasta la consultoría. Además está finalizando una maestría en Comunicación Política, escribe una columna en Perfil y participa como analista político en medios locales. Y también es docente universitario. A los 22 años (momento en el que se encontraba estudiando Marketing) comenzó a trabajar en la gestión pública en la localidad de Almirante Brown. “Empecé a involucrarme mucho en lo que eran los procesos electorales, no desde la militancia, sino siempre trabajando y aprendiendo. Fueron cuatro años que estuve en la función pública, en los cuales hubo dos procesos electorales, en los que pude trabajar en el armado de una campaña provincial”.

Para 2015, Ramírez Tacgorian ya tenía un recorrido laboral interesante. “Me había gustado mucho, sobre todo todo lo que tenía que ver con el manejo de la comunicación política: todo lo que tenía que ver con los armados electorales y la gestión pública también me gustaba mucho, pero requería demasiado tiempo. Ahí me puse a estudiar la carrera de Relaciones Públicas”.

A la par del comienzo de la carrera, empezó a trabajar en una prepaga de salud, donde armó un sector de comunicación estratégica. “Ya más cerca de recibirme, empecé a tomar trabajos más como consultor, iniciándome así en el camino de la consultoría. Fue así que empecé a sumar clientes y un poco a orientar hacia dónde quería ir desde la comunicación. Este proyecto hoy es mi consultora (RT comunicación), donde ofrecemos servicios de comunicación política, empresarial y gestión de medios. Puntualmente lo que se le brinda a los clientes, tanto en el ámbito empresarial como político, es la gestión de prensa y medios, es la comunicación empresarial, el asesoramiento en todo lo que tiene que ver con los armados de la comunicación organizacional interna y externa, y en lo político, todo lo que tiene que ver con lo político, de la comunicación política asociada al discurso, hacia la estrategia, hacia la vocería en los medios, es un poco lo que brindo yo hoy como servicio”.

¿Cómo creés que se complementan la teoría y la práctica en la formación en comunicación?

Bueno, no es como el librito que nos enseñaron que hay que hacer. Digo, en general es como que uno sale del colegio y te pones a estudiar y tratas de recibirte. En mi caso no fue así, por la simple cuestión de que yo tenía el deseo de trabajar. A mí la práctica me dio muchísimo conocimiento de cómo hacer las cosas y cómo vincularme (sobre todo en el ambiente político, con los periodistas, con los medios), cómo se lleva adelante una campaña política o una estrategia realmente al margen de lo que diga la teoría. A mí me sirvió muchísimo. Recién el año pasado, cuando hice la maestría en comunicación política, fue donde vi el grueso de la teoría de comunicación política. Y fue buenísimo porque era mezclar un poco la vivencia con lo que es la teoría. Así que para mí, en mi caso, fue como el puntapié inicial para poder entrar en la teoría. donde uno tal vez está un poco más cerrado o más asociado a la edad y a sus formas.

¿Cómo describirías tu experiencia como docente?

Para mí, por un lado es contar un poco mi experiencia como profesional y mezclarla un poco con el aprendizaje y las teorías. Y por otro lado es poder absorber lo que ustedes me trasladan. Es muy enriquecedor discutir temas políticos, que requieren un grado de seriedad y madurez por parte del alumnado, y que se generen estos debates está buenísimo, porque no son temas para discutir con cierta superficialidad.

¿Qué podemos hacer nosotros como comunicadores para diferenciarnos de las chicanas, del debate político superficial y transmitir un mensaje un poco más profundo?

Como profesionales de la comunicación tenemos una gran responsabilidad en torno a entender todo el proceso comunicacional. En concreto en la comunicación política es entender qué efectos y consecuencias tiene todo lo que hacemos y decimos, y lo trasladamos en acciones que son actos comunicacionales. Creo que en algún punto tenemos la ventaja de poder comprender ciertos procesos asociados a la comunicación y poder analizarlos, evaluarlos o criticarlos, pero por otro lado también tenemos una gran responsabilidad en que todo lo que nosotros vayamos a decir baje un impacto. Y ahí me parece que es una linda responsabilidad y mucho yo a veces lo veo en nuevos formatos, nuevos programas y demás, donde para hablar de ciertos temas hay que tener un conocimiento. Y en un mundo donde creo que cualquiera puede decir sobre cualquier cosa, me parece que esa responsabilidad que nos toca como comunicadores es lindo hacia lo que podemos trasladar con respecto a la comunicación.

¿Cómo definís el contexto actual en el campo de la comunicación?

Me pasa que, por lo menos a una conclusión o una hipótesis que tengo construyendo hace mucho, que es creemos que todos comunicamos, desde los profesionales hasta los no profesionales, por el simple hecho de que hablamos, nos vinculamos y demás, y en realidad todos tenemos un montón de falencias comunicacionales, ¿no? Así como naturalizamos el hecho del habla o de relacionarnos con el otro, las falencias comunicacionales también están. Entonces, me parece como que ahí tenemos mucho para aprender. Vos y yo no podríamos estar hablando de medicina porque no tenemos ni idea. Pero de comunicación, por más que no seamos comunicadores, digo, pensando que no seamos comunicadores, podríamos estar hablando de la mala comunicación, estar comunicando mal y demás. Y creo que hoy hay como una libertad de poder criticar a la comunicación sin un abordaje teórico profundo. Me parece que hoy se está poniendo en discusión tanto a la comunicación y creo que es el momento donde pueden aparecer nuevas voces para darle entidad y credibilidad de un posicionamiento mucho más teórico y crítico.

¿Algún consejo que le darías a nosotros, que estudiamos comunicación?

Bueno no sé si estoy apto para dar un consejo, pero tal vez de mi experiencia es la comunicación es un campo súper amplio y a veces uno no sabe por dónde ir porque dice, bueno, ¿a qué me dedico? ¿de qué trabajo? Y creo que al ser tan amplio nos permite un poco ir tocando distintos aspectos todo el tiempo (el periodismo, la comunicación institucional, la comunicación política). Y ese abanico de herramientas que nos brinda hoy estudiar comunicación, creo que en algún momento todo eso nos va a servir para decir o focalizar sobre lo que nos queremos dedicar y creo que eso solamente requiere de tiempo y ese tiempo está basado un poco en la experiencia y el camino académico, profesional que cada uno haga. Por lo menos ese es mi consejo, de que no hay que apurarse, de que todos encontramos los caminos por donde ir desde la comunicación . Pero ese no apurarse es también no desesperarse y abandonar y decir, no tengo ni idea por donde ir, sino que creo que cada uno va encontrando su camino por dónde ejercer la profesión. Al ser tan amplia, creo que eso nos genera mucha incertidumbre, porque hay demasiado, pero a la vez también el abanico es muy grande. Entonces, bueno, uno puede ir probando distintas cosas hasta que diga, bueno, esto es lo que me gusta hoy. Mañana tal vez será distinto. Y creo que al ser tan dinámica y flexible en la comunicación también uno puede ir cambiando todo el tiempo. Entonces no sé si existe el momento ideal donde uno dice, bueno, soy y me dedico a esto creo que en eso uno va cambiando bastante.

* Este artículo es parte de la edición de SEPTIEMBRE 2024 del newsletter LINKEADOS de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad FASTA *

Linkeados, newsletter mensual de la FPyC UFASTA | Septiembre 2024 – Año 3 – Número N° 15

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