En nuestro país todos los 7 de junio se celebra el Día del Periodista. La fecha fue establecida en 1938 en homenaje a la publicación de la “Gazeta de Buenos Ayres”, el primer periódico independentista en la naciente nación, fundado por Mariano Moreno.
Actualmente, el rol del periodismo de informar, contar historias y asumir compromisos sociales no ha perdido vigencia. La información es una necesidad básica para la población y el hambre de verdad es inagotable para los periodistas.
En reconocimiento a la labor periodística y a la misión de los docentes en el mismo campo profesional, LA CAPITAL dialogó con tres de éstos: Fabrizio Zotta, decano de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Fasta; Jorge Köstinger, director de la Tecnicatura Superior en Periodismo en Eter y docente en la misma institución, y Juan Carlos Morales, director de Deportea.
Formando nuevos periodistas
A la hora de hablar del aprendizaje necesario de todo profesional de la comunicación, los tres coinciden en la necesidad de traspasar lo académico y brindar valores para los estudiantes.
“La vocación de verdad es algo distintivo del periodista”, afirma Fabrizio Zotta sobre las cualidades profesionales, a la que agrega la rigurosidad a la hora de trabajar: “El periodismo es un oficio también. No se puede hacer periodismo de cualquier manera. La rigurosidad del proceso es central”.
Zotta resalta la necesidad de forjar profesionales con el conocimiento técnico adecuado, pero sin dejar de lado el compromiso profesional como formador social. “Uno de los riesgos más grandes no es la pérdida del periodismo, sino que a veces quien lo ejerce no es del todo consciente de lo que está haciendo”.
“Escuchar a los estudiantes”
Por su parte, Köstinger resalta la responsabilidad periodística y la ética profesional, mientras suma un valor determinante: “La actitud de hambre, de saber qué pasa en tu entorno, lo tenés o no lo tenés. Ese hambre no te lo da una carrera, es personal. Y eso necesita el periodista”. Además, el docente de Eter destaca las inquietudes sobre cuestiones de género, que son llevadas por los alumnos a las aulas. De esta manera, la institución está gestando actividades en torno a las temáticas solicitadas por los estudiantes.
Morales recalca que en Deportea se busca que los estudiantes salgan de la zona de confort: “La idea es trabajar sobre la profesión, no dejar de lado la teoría pero ser periodista, llevarlo a la práctica, salir a la calle”. A este pensamiento se suma el docente de Eter, quien plantea que “no hay periodismo entre algodones. Hay que ir a meterse al barro y no es fácil”.
Desafíos actuales
“Algo que nunca va a cambiar es que el periodismo está hecho por personas”, manifiesta Fabrizio Zotta, quien hace hincapié en la importancia de entender que las herramientas van cambiando, pero “los objetivos básicos de la profesión se mantienen, son inalterables”.
En esta misma línea se expresa Juan Carlos Morales, quien reconoce a las nuevas tecnologías como el desafío actual, pero no las califica como una dificultad: “El periodismo debe converger lo nuevo con lo tradicional, curiosidad, buenos datos, archivos, recurrir a fuentes”.
Por su parte, Jorge Köstinger señala que el periodista tiene que estar atento a los cambios sociales, “aggiornándose”, pero sin perder las bases de la profesión. “Donde parte de la sociedad parece jugar con el periodismo, es donde el periodista debe tener compromiso social”, manifiesta y diferencia la tarea periodística del bombardeo constante de información que proponen las redes sociales.
Combatir las fake news
En la era de las redes sociales, la demanda de contenido y la instantaneidad, las noticias falsas ganan terreno y se proliferan. Esto golpea al periodismo, que debe competir y saber valorar la información veraz y descartar la que no lo es.
Para el decano de la Facultad de Periodismo y Comunicación, las operaciones mediáticas existieron siempre, pero antes duraban más. Las fake news actuales tienen una vida más corta, pero se difunden con mayor velocidad. “El periodista debería ser capaz de establecer un procedimiento para distinguirlas”. Zotta señala que el proceso periodístico no se ha alterado, pero sí señala que los profesionales de la comunicación se encuentran sujetos a la instantaneidad, que genera una competencia mediática. “Si estás preocupado por la instantaneidad no estás preocupado por la veracidad”.
Por otro lado, reconoce que en muchos casos las noticias falsas son parte de operaciones, con intereses de trasfondo. Algo que el docente de Eter también afirma y critica. “El periodismo muchas veces finge ignorar cosas porque le conviene. Construye polémica para vender”. A la hora de combatir esto, ambos docentes coinciden en la necesidad de cumplir con el proceso periodístico de constatar la veracidad y no dejar que la demanda constante de contenido reine.
Periodistas del futuro
Determinar cómo será el futuro de la profesión es algo prácticamente imposible, pero aún así, los comunicadores se animan a establecer que la tarea no se verá modificada, sin importar cuánto cambien los formatos.
El director de Deportea manifiesta que la clave es que los profesionales sumen las nuevas herramientas, pero sin perder las fórmulas de la profesión.
“La relación del periodismo con la verdad va a seguir siempre. La base de cualquier sistema democrático real es tener acceso a la información, sino no hay democracia”, expresa Köstinger y agrega que “a futuro el compromiso seguirá estando”.
Por su parte, Fabrizio Zotta concluye: “Las herramientas cambian, pero nosotros tenemos que formar buenas personas para que hagan buen periodismo”.
Fuente. LA CAPITAL