Por Mora Celsi

La sal, el mar, el viento y hasta los días nublados inspiran la fotografía de Juanchi Ugalde, un joven apasionado por retratar Mar del Plata – entre otras cosas – a través de su lente.

Desde chico, el fotógrafo se encontró con esta práctica y no paró hasta convertirse en profesional. Hoy, su contenido es reproducido por miles de perfiles que comparten el amor por Mar del Plata y disfrutan de su fotografía.

“Empecé a hacer fotos de muy chiquito, a los 12 años, tengo 30 años. Toda la vida estuve sacando fotos, y en el último tramo de mi vida empecé a hacer video más profesionalmente”, detalló.

Desde el momento en el que llegó una cámara a su vida, Ugalde descubrió que le apasionaba la experiencia de mirar todo a través del lente: “Me hace sentir que la vida es como una película”.

“Elegí retratar Mar del Plata sin pensarlo mucho, simplemente un día me compré un dron para tener más equipo y poder contextualizar los lugares a donde iba a trabajar desde el aire y elegí retratar Mar del Plata por pura casualidad, empecé a volar en lugares muy abiertos y todo para aprender a tener control del dron. Nunca pensé que me iba a gustar la fotografía de paisaje y me empezó a interesar porque era un espacio para estar solo, salir con mi dron y encontrarme conmigo mismo y con los diferentes cambios de estaciones que tiene la ciudad, los colores que ofrece y un montón de escenarios que son muy lindos desde el aire”, señaló.

Tal como transmiten sus imágenes, el fotógrafo aprecia mucho su ciudad: “Es muy bonita y creo que lo está empezando a entender tanto la gente que reside en la ciudad como la que no”.

“Creo que la ciudad necesita más crédito, que necesita publicidad, inversión en comunicación porque eso hace que la gente llegue a Mar del Plata y quiera venir a vacacionar o a tomarse un fin de semana viendo el mar, respirando y observando y disfrutando la naturaleza”.

Si bien comenzó tomando fotos, descubrió que sus seguidores disfrutan mucho del contenido retratado desde el aire y lo audiovisual: “El dron llegó a mucha gente, les gusta mucho ese contenido. Sin embargo ahora es una herramienta, no es lo central en mi contenido y me gusta eso, transmitir un poco los lugares emblemáticos de la ciudad darle valor y fuerza, la arquitectura de la ciudad, la gente y el talento”.

“Empecé a ganar seguidores porque hago contenido sin ese fin. Cuando empecé a hacer fotos de Mar del Plata no dije, `voy a hacer esto para ganar seguidores` sólo hacía fotos, siempre hice eso. Tengo Instagram desde el año 2011 y desde entonces comparto mi contenido”.

Sin embargo, detalló que fijarse en los seguidores “no sirve para medir la vara y saber a cuántas personas les gusta o no lo que hacés. Hay gente que quizás no te sigue y le gusta lo que haces, no es un contrato que hay que aceptar y no es necesario el follow para validar una obra o un contenido”.

“Vivo más tranquilo ahora que no le presto atención a cuántos seguidores tengo y hago lo que tengo que hacer: que me guste a mi el contenido”

El contenido de Juanchi se comenzó a hacer viral hace unos años y los números en sus redes no paran de crecer. Para Ugalde, esto se debe a que “la gente sabe apreciar del otro lado lo que le pasa con el contenido, si es genuino o si es una búsqueda solamente de fama y viralidad. Y a veces lo viral tampoco es tan bueno, porque hay miles de artistas, miles de fotógrafos, videógrafos que hacen trabajos espectaculares y no son virales y merecen ser virales para que la gente conozca ese trabajo”.

De esta manera, el fotógrafo explicó que si bien la viralización de su contenido ayuda a ganar seguidores y visibilizar su arte, no es fácil monetizarlo en redes.

“En Instagram es muy difícil monetizar, necesitas realmente muchísimas reproducciones. Sí moneticé hace muy poquito en Twitter (X), ya que hay una gran comunidad que hace que el contenido de la plataforma se pueda hacer viral. Mientras más interacciones tenés, más vas a cobrar de la plataforma, pero tampoco es que vas a vivir de eso. Lo que puede monetizar en 15 días fue lo que vale una hamburguesa de McDonald ‘s”, explicó.

A los colegas que recién están empezando a adentrarse en el mundo de lo audiovisual, Ugalde detalló que “les recomendaría que se inspiren en el contenido de otras personas similares a lo que les gustaría hacer. En cuanto a la fotografía. Rrecomiendo siempre lo mismo: mirar muchas fotos, De esta manera se empieza a razonar más allá de cómo se ve una foto, es ya un pensamiento hacia  cómo se realizó, con qué técnica, cuál es el proceso para llegar a esa imagen »

“Si uno se quiere dedicar al mundo audiovisual ayuda mucho tener esa visión atenta de las cosas que suceden y los contenidos, ya sea mirando una foto o mirando la vida en fotos porque eso también desarrolla mucho la creatividad, las ideas y tratar de pensar diferente, que eso es lo que hace la diferencia”, añadió y agregó: “Hay que aprender a convivir con las susceptibilidades que tiene la gente a través de redes sociales, con la toxicidad y exigencia que tienen con el contenido”. 

Mientras tanto, los creadores de contenido se adaptan a estas exigencias, a los cambios en las plataformas y a las nuevas formas de compartir su arte: “Vamos cambiando todo el tiempo y hay que acomodarse, disfrutar el proceso, trabajar mucho por lo que te gusta y tratar de estar lo más tranquilo sin ponerle expectativas a cada cosa que hagas”, concluyó Ugalde.

 

* Este artículo es parte de la edición de MAYO 2024 del newsletter LINKEADOS de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad FASTA *

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