Por medio de la utilización de redes sociales, de lenguaje más claro y de herramientas tecnológicas, se busca generar más confianza y transparencia en este poder. Los resultados han sido positivos.
El recientemente renovado Teatro Tronador recibió este jueves a decenas de personas que concurrieron a la charla “Justicia abierta en la Era de los Datos”, a cargo del doctor Pablo Casas, juez de Primera Instancia en el fuero Penal Contravencional y de Faltas Nº 10 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El espíritu de la disertación fue simple: apertura. Con ejemplos sencillos y en un estilo relajado, el juez Casas dialogó con los espectadores sobre la importancia de acercar la justicia y el ámbito judicial a la vida cotidiana de las personas.
“Nada de lo que nosotros hicimos es nuevo”, comenzó el doctor. Entre las propuestas que adoptaron desde su juzgado, inspiradas en medidas tomadas por otros juzgados internacionales, se encuentra la utilización de las redes sociales. “En mis más de 20 años ejerciendo, sólo una vez una persona se acercó a conocer el libro de actas, pero cuando pusimos esa información en Twitter tuvimos miles de visitas”, destacó.
Asimismo, comentó que la digitalización de los archivos judiciales, omitiendo nombres particulares y cuidando el derecho a la privacidad de todas las partes, fue muy importante para facilitar el acercamiento. De la misma forma, publicar en las redes sociales el cronograma de actividades del juzgado ayudó a recibir público en las audiencias abiertas.
Sin embargo, estas modificaciones no eran suficientes. Por lo tanto, se decidió cambiar la forma en la que se redactaban y comunicaban los fallos. “Hice algunos escritos y, en lugar de tratar a la gente de usted, los trataba de vos”, explicó Casas, quien agregó: “Eso ayudó mucho a mejorar la comunicación y el entendimiento entre todos, porque usar términos legales o hablar en Latín no era algo que se pudiera comprender”.
“La necesidad de abrirnos surgió a partir de encuestas, sobre qué siente la gente sobre la Justicia, la mayoría sentía que estaba relacionada con la corrupción o con Comodoro Py, pero no es así”, siguió. La creación del Estado Abierto debía, entonces, estar acompañada con el poder judicial para que la sociedad “supiera qué se hace y pudiera controlar, participar e interactuar”.
Para concluir, el juez Casas dijo: “Lo que se hace es importante porque cuando uno conoce y entiende sobre distintas temáticas, confía más”. Hoy, existe un Laboratorio de Justicia que trata estos temas de información abierta y que se expande a nivel nacional.