El Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI) celebró 150 años de los primeros egresados de Ingeniería en Argentina. Lo hizo en un gran evento vía streaming, que congregó a más de 250 espectadores de decenas de países de América Latina, y a autoridades del Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Instituciones de Ingeniería (LACCEI), la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (ACOFI), la Organización de Estados Americanos (OEA) y Fundación YPF.
Además, autoridades, docentes y estudiantes de todas las facultades del país, se dieron cita en este acontecimiento que tuvo como eje central el lanzamiento del libro “Matilda y las Mujeres en Ingeniería en América Latina (parte II)”, con autoras y autores de 10 países, que brindaron sus miradas respecto a la profesión, la familia, el liderazgo y las vocaciones tempranas.
La apertura estuvo a cargo del presidente de CONFEDI, José Basterra, quien ponderó el rol social de la Ingeniería argentina a lo largo de su historia. Para ello, hizo un paralelismo entre la situación crítica que estamos viviendo por el Covid-19 y las pandemias de cólera y fiebre amarilla con las que lucharon los primeros graduados:
“En crisis de esta magnitud, se necesita de solidaridad, vocación de servicio, confianza en la ciencia y la tecnología y una verdadera interacción entre la universidad y la sociedad, para que los aportes tecnológicos estén orientados al bien común”. Asimismo, remarcó que “sólo con una innovadora y comprometida educación, y una ingeniería protagonista y socialmente responsable, seguiremos construyendo futuro”. Por último, resaltó la importancia de la figura de Matilda “como símbolo de lucha, perseverancia y valor”.
Por su parte Liliana Rathmann, presidenta de la Comisión Mujer en Ingeniería de CONFEDI, remarcó el valor de elegir el lanzamiento del libro de Matilda para celebrar los 150 años de Ingeniería en Argentina.
“El aporte de las mujeres es trascendental para cubrir la demanda profesional, fortalecer los equipos de trabajo y potenciar las chances de éxito al proponer soluciones a las problemáticas del país. Sin embargo, -dijo-, en Argentina la matrícula de mujeres apenas supera el 20% y concentrada en algunas pocas especialidades”. Por tal motivo, compartió las acciones que lleva adelante CONFEDI para que más jóvenes estudien esta carrera, e invitó a las facultades a conformar una red nacional para aunar esfuerzos.
Luego se realizó la presentación del libro Matilda II, co-editado entre CONFEDI y LACCEI. Esta publicación es la secuela de Matilda I, y contiene 39 artículos de 44 autoras y autores de que convocó a autoras y autores de Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Nicaragua y Panamá.
Carlos Lozano, presidente de ACOFI y papá de una ingeniera eléctrica, compartió anécdotas familiares y profesionales sobre las mujeres y las ingenierías. “Por qué las mujeres no se sienten atraídas por la Ingeniería o por qué se la identifica como una carrera masculina, aun no le encuentro una respuesta. Sí considero que las restricciones en el ejercicio de la profesión desestimula la participación de las mujeres, y es sobre esto donde tenemos que trabajar, dijo al respecto. Además, compartió una gran noticia: La creación en el marco de ACOFI de un capítulo de Mujer en Ingeniería.
Por su parte Adriana Páez Pino (LACCEI), co-editora de ambas ediciones, contó que la idea de realizar el libro de Matilda “surgió en 2018 entre CONFEDI y LACCEI, con el objetivo de dejar un legado para las niñas, jóvenes y mujeres a nivel continental”. En tanto, dijo, “el nombre Matilda fue un ‘detonador’ luego de escuchar una conferencia de José Luis Guerrero (profesor de la University Georgetown y autor en Matilda I) que se refirió al ‘Efecto Matilda’, fenómeno por el cual los aportes científicos de mujeres se acreditan a los hombres”.
Roberto Giordano Lerena, decano de la facultad de Ingeiería de la Universidad FASTA, y también co-editor de las versiones I y II, aseguró que este segundo libro “renueva el compromiso institucional con las mujeres ingenieras y busca cumplir el sueño de un mundo con igualdad de derechos y oportunidades”. Matilda, -dijo-, “es una oda a la vocación por la ingeniería, un mensaje al corazón de niñas y jóvenes y una invitación a la reflexión”.
De la mano de la moderadora María Teresa Garibay, primera presidenta de la Comisión Mujer en Ingeniería de CONFEDI, y con la participación en vivo de centenares de espectadores, se llevaron adelante distintos paneles donde las autoras compartieron experiencias personales relacionadas a la convergencia entre vida profesional y familiar, el ámbito académico, el mundo laboral y los desafíos del liderazgo en una profesión históricamente masculina. El broche final fue un “regalo” donde las autoras dejaron mensajes motivacionales para todas aquellas jóvenes que desean estudiar esta carrera.
El equipo editorial, por su parte, compartió la “cocina” de esta segunda edición. “La riqueza del lenguaje es exquisita, hay artículos hechos entre amigas, hombres que hablan sobre mujeres que admiran y hasta nos llegaron pedidos de participar en un ‘Matilda III’, comentaron. Asimismo Ariel Gordon, referente de Fundación YPF remarcó “la importancia de celebrar la graduación de un ingeniero varón reivindicando las experiencias de todas las ingenieras en Latinoamérica”.
Llegando al final, Aryanne Quintal, autora de Matilda II y secretaria Técnica de la Comisión Interamericana de Ciencia y Tecnología de la OEA, expresó que “este libro se convirtió en un símbolo de los avances y capacidades de las mujeres en el mundo de las ciencias y tecnologías”. Al mismo tiempo, -dijo-, “nos recuerda el camino que falta por recorrer y la importancia de contar con espacios de diálogo como este”.
El cierre del encuentro estuvo a cargo de Miguel Sosa, referente de CONFEDI y actual presidente de LACCEI. “Matilda constituye bases para plantearnos nuevos desafíos y visibilizar por dónde debemos continuar”, dijo. Asimismo, propuso “conformar una cátedra regional de América Latina y el Caribe tendiente a diagnosticar, difundir, capacitar y recrear condiciones que faciliten las trayectorias para que aquellas niñas y jóvenes que lo deseen, puedan algún día convertirse en Mujeres en Ingeniería”.
FUENTE: CONFEDI
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