La investigación tiene como fin principal la búsqueda constante de la verdad y ordenado a este fin aparece, como función propia no sólo de la investigación sino también de la docencia, “la consecución de una integración del saber”.

Esto responde al concepto mismo de Universidad, institución que, desde sus orígenes, busca la unidad en la diversidad. En ella propiamente se desarrolla la vida de la inteligencia. El objeto de la misma es la verdad. La verdad primeramente es predicada del ser de las cosas. Luego, surge la verdad como relación entre el intelecto humano y las cosas. En ambos modos la inteligencia reclama la unidad que está dada por la realidad. Esta necesidad de unidad fundamenta la integración del saber, integración primordialmente metafísica, y, a partir de ésta, gnoseológica o epistemológica.

En el plano real, el núcleo desde el cual integrar las ciencias y artes, la persona humana y su dignidad cobran especial preponderancia. En efecto, si se pretende educar hombres que alcancen un alto grado de unidad y coherencia, se debe emprender la tarea de darle unidad a los distintos saberes y referirlos a la perfección de cada individuo y de la comunidad. La noción del hombre-persona conforma un núcleo conceptual desde el cual se debe irradiar hacia los diferentes objetos de estudio en cada Facultad que constituye la Universidad.

Así surge la necesidad de investigar acerca de este tema en las diferentes unidades como un modo de descubrir diferentes facetas que reviste este tema según los diferentes objetos de estudio que se presentan en cada una de las unidades académicas