A partir de estas próximas elecciones, en nuestro país pueden votar los jóvenes de 16 y 17 años, debido a que la nueva normativa permite hacerlo, de modo optativo. En este contexto electoral, el Observatorio de la ciudad de la Universidad FASTA consultó a los jóvenes de 16 y hasta los 18 años acerca de su posición y comportamiento en este sentido.
Para realizar el estudio se trabajó con una muestra integrada por 314 jóvenes de 16 y 17 años de edad, de ambos sexos, que asisten actualmente a instituciones públicas y privadas de Mar del Plata, con el propósito de conocer las razones que fundamentan las decisiones y el comportamiento de los encuestados y se hizo efectiva, salvo excepciones, en el ámbito escolar durante la primera semana de agosto 2013.
Los datos muestran un alto porcentaje de jóvenes con escaso (56%) y nulo (25 %) interés en la política. Luego de recordar al encuestado que la normativa actual permite votar a los jóvenes a partir de los 16 años se consultó si lo hará en estas elecciones. Si bien el 38% de los adolescentes manifestó que si votará, el 41% expresó su negación a votar, mientras que el 21% aún no lo sabe.
Frente a esto los jóvenes justificaron sus respuestas destacándose algunas razones en el caso de los chicos que decidieron dar su voto, como la importancia y el derecho a votar, la capacidad de elegir, el logro de cambios, la curiosidad, la presión y hasta el temor a una sanción. Ellos han decidido votar porque: «permite sentirnos parte»; «me siento capaz e informado para hacerlo»; «los jóvenes vamos a producir un cambio»; «porque si no voto no tengo derecho a opinar después y menos a quejarme»; «siempre quise votar»; «me genera curiosidad»; » para aprender y saber cómo es para cuando sea obligatorio»; «si votaré porque me lo pide un familiar que trabaja en la política»; iré porque creo que si no me sacan el pasaporte y sueño con competir en el exterior en el deporte que practico».
Los chicos que no votarán explicaron al Observatorio de la Ciudad que entre muchas razones no lo harían debido a la falta de autonomía para decidir en estas cuestiones, la falta de preparación e información, el desinterés, el desacuerdo con la ley del voto a los 16, la desconfianza de los candidatos y sus propuestas, el problema con los padrones como también por la contradicción de ser chico para realizar algunas cosas y grande para otras. De esta manera lo demostraron: «soy muy dependiente de mis padres, seguramente a los 18 ya no lo seremos tanto y entonces me sentiré en condiciones de tomar una decisión»; «no estamos preparados para esta responsabilidad»; «no sé lo que voy a hacer mañana, soy indecisa, cómo voy a votar…es mejor que no vote!»; » la escuela debiera prepararnos más o esperar a los 18 como era antes»; «no es algo que me interese en este momento y creo que en general no nos importa»; «no tengo ganas»; «porque esta ley fue pensada para tener más votos»; «yo veo que no tienen un proyecto de país los candidatos, no me convencen»; «no estoy de acuerdo porque no podemos decidir sobre nosotros mismos y si podemos decidir para el país, cómo se entiende»; «si un menor que roba, mata, queda libre porque es menor, no pasa nada, entonces, si no nos consideran capaces de darnos cuenta de que eso está mal, cómo vamos a poder elegir, votar?»; «me parece que soy manipulable».
Los adolescentes que aún no saben si votar o no, manifiestan la presencia de presión familiar, contradicciones, falta de decisión y voluntad, falta de motivación con respecto a los candidatos, así como la ausencia de propuestas a la hora de decidir. Sus razones fueron: «me presionan en mi casa para que lo haga, pero no lo decidí»; «si no saben votar los adultos, quieren que lo hagamos nosotros… no sé si lo haré»; «dicen que siempre hay mucha cola y hay que esperar, no tengo ganas de hacerlo»; «no veo la diferencia entre votar o no, sobre todo porque es lo mismo que gane uno u otro…o hay alguno mejor que otro?»; «me encantaría votar pero no me siento motivado»; «quisiera votar por aquellos que propongan un país mejor pero no lo encuentro».
Entre aquellos jóvenes que dicen que SI van a votar (38%), el 18% ya ha definido su voto y en cambio el 20% dice no haberlo hecho aún. Mientras que casi la totalidad del 21 % que NO sabe si va a votar, aún no ha definido su voto (19%).
Acerca de la decisión de votar: Comparación septiembre 2012 – Agosto 2013
Es interesante relacionar los resultados de este estudio con el realizado por el Observatorio de la ciudad en septiembre de 2012, cuando se consultó a los adolescentes acerca de la posibilidad de votar a partir de los 16, momento en el que aún el tema estaba en discusión. Se observa que las razones aludidas son muy semejantes y la distribución de aquellos jóvenes que decían en aquel momento que votarían: el 58% no iría a votar.