El Observatorio de la Ciudad y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad FASTA realizaron un estudio sobre Responsabilidad Social Empresarial con el propósito de identificar cuál es la perspectiva que tiene la población que habita Mar del Plata con respecto al rol de la empresa en la sociedad y conocer la relevancia atribuida por el consumidor a la RSE a la hora de tomar decisiones en relación al consumo.
Se trabajó en base a una muestra en distintos puntos de concentración de la ciudad ubicados en diferentes zonas, constituida por 364 ciudadanos mayores de 18 años, de ambos sexos. El instrumento utilizado para la recolección de datos fue una encuesta administrada por encuestadores capacitados a tal fin.
La responsabilidad social empresaria (RSE) es un compromiso, activo y voluntario, que asumen las empresas para llevar a cabo un rol destinado a mejorar las condiciones ambientales, económicas y sociales de su medio ambiente. Esta tarea social, contribuye a mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido. Se trata más de un tema estratégico a largo plazo para la obtención de valor que de una cuestión de cumplimiento de ciertas formas que favorezcan la reputación social. Desde ciertas perspectivas teóricas se habla hoy de Sustentabilidad, más que de RSE, como una noción compleja que incluye múltiples dimensiones tales como la responsabilidad social y el compromiso de desarrollo de una estrategia acorde con el escenario presente y sostenible en el tiempo.
En relación al rol que, los encuestados estiman, debe cumplir una empresa en la sociedad, destacan la función económico – social, control ambiental e innovación. Una minoría menciona, además la generación de empleo, la respuesta a necesidades del mercado, brindar servicios y ofrecer buenos productos.
En cuanto a la valoración de la RSE, casi la totalidad (95%) lo hace de manera positiva; sin embargo, más allá de la valoración positiva de la responsabilidad social empresarial, el 56% de los consumidores al tomar la decisión de compra no considera las prácticas de las empresas y elige productos o servicios de empresas atendiendo a otros aspectos y no a los valores éticos, al respeto hacia sus empleados y al cuidado del medio ambiente.
Ahora bien, un alto porcentaje de la muestra (62%) manifiesta que estaría dispuesto a abonar un precio adicional por el valor agregado que genera la ejecución de prácticas de RSE en la sociedad por parte de las empresas. Las razones que justifican este reconocimiento se justifica en una mayor confianza, en más calidad, porque significaría un premio a los valores y una manera de apoyar a las empresas que con sus prácticas benefician a todos. El porcentaje de encuestados que expresa que no estaría dispuesto a pagar un precio mayor fundamenta su opinión en la obligatoriedad de las normas y la necesidad de su cumplimiento; es un deber de la empresa que no debe ser pagado por el consumidor. Se trata de buenas prácticas y esto es una obligación.
Sin duda, la cuestión de la Responsabilidad Social Empresaria, es un objetivo a cumplir que exige del compromiso de la sociedad globalmente y, sin duda, también de cada uno de los actores sociales.