El 84% de los ciudadanos reconoce una disminución de su poder de compra. A los cambios de hábitos de consumo y uso de tarjetas de crédito, se suman la búsqueda del mejor precio y el aprovechamiento de descuentos especiales.
Debido a la situación económica actual, el Observatorio de la Ciudad de la Universidad FASTA realizó una investigación con el objetivo de conocer la percepción que tiene la población sobre los efectos y consecuencias ocasionados por la inflación, la cual representa el aumento sostenido en el nivel general de precios de una economía. Asimismo se tuvo como propósito determinar cuáles son las estrategias que los encuestados emplean para que esta situación resulte lo menos perjudicial posible
Para el presente trabajo se utilizó una muestra de 481 personas mayores de edad y con un nivel de educación medio. El 70% se trata de población económicamente activa, trabajan o trabajan y estudian.
En primer término se consultó a los encuestados si en los últimos dos meses como máximo, consideran que con la misma cantidad de dinero compran más, igual, menos o no saben. El 84% de los ciudadanos manifestó comprar menos. A su vez, el 90 % de éstos últimos argumentó como causa de la disminución de su poder de consumo a la inflación.
Una de las principales consultas de la investigación apuntó a saber cómo se protege el consumidor frente al incremento de precios. Las dos principales estrategias de los marplatenses fueron: los cambios de hábito de consumo y el uso de la tarjeta de crédito. Indicaron otras respuestas como la búsqueda del mejor precio y el aprovechamiento de descuentos. Un análisis comparativo con el año 2013 destaca el significativo aumento (del 54 % al 71 %) del cambio de los hábitos de consumo a partir de la disminución del poder de compra.
En relación a la ocasión en que se hace uso de la tarjeta de crédito, las personas manifiestan comprar con tarjeta, en mayor proporción, aún cuando tenga interés. Este número se diferencia con respecto al informe del año anterior donde la mayor proporción se daba en la compra sólo si no tiene interés.
Sobre los cambios en los hábitos de consumo los ciudadanos respondieron mayoritariamente que compraron en menor cantidad y cambiaron la marca de los productos para contrarrestar el efecto inflacionario. Siguiendo con las estrategias de compra también citaron el aprovechamiento de los días de descuento en supermercados, ropa, naftas, entretenimientos y otros rubros.
La investigación también propuso a cada encuestado una nómina de rubros con el fin de que indicaran, según una escala, en qué grado se vio afectado por esta situación económica. En este punto el consumo de alimentos, las salidas a restaurantes, el turismo, la adquisición de indumentaria y la concurrencia a entretenimientos diversos son los rubros elegidos por un gran porcentaje de personas. La educación aparece como el rubro que menos cambios realizan los ciudadanos marplatenses a pesar de los incrementos de precios.
Finalmente se realizó una diferenciación por sexo en los cambios de hábitos de consumo. Las mujeres manifiestan más que los hombres, comprar menos con la misma cantidad de dinero y respetar los días de descuento.