El dato se desprende del 7° sondeo realizado por la Comunidad Laboral Universia- Trabajando.com en 2015. Participaron 5.388 jóvenes de 10 países de Iberoamérica.
Todo queda en familia. Esa es una de las conclusiones que se puede realizar de los resultados obtenidos en el 7° sondeo realizado por la
Comunidad Laboral Universia-Trabajando.com en 2015. El motivo es que el 74% de los encuestados reconoció que financia sus estudios con
ingresos propios y ayuda familiar.
En esta oportunidad participaron 5.388 jóvenes de 10 países de Iberoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Portugal, Puerto Rico y Uruguay), con un perfil levemente inclinado hacia el femenino (56 %) por sobre el masculino (44 %). En cuanto a la edad, el (55 %) reveló tener más de 27 años, seguido por un (34 %) con edades entre 21 y 26 años, un (8 %) entre 18 y 20 años, y un (3 %) menor de 18 años.
Referido al nivel de estudios, el 28 % contestó que cuenta con un título universitario, un 20% tiene un título técnico y el 17% está realizando un estudio universitario. Por su parte, el 14% culminó sus estudios secundarios, el 9% cuenta con un posgrado, un 7% se encuentra cursando un estudio técnico y el 5% restante aseguró que se encuentra estudiando un posgrado.
Del total, 20% aplicaría a una beca para solventar los gastos de estudios y el 6% recurriría a la financiación bancaria para sobrellevar este gasto. Lo que permite observar que las ayudas económicas extra familiares son tenidas en cuenta, pero todavía prima el esfuerzo personal.
La fuente de financiamiento tiene un peso determinante a la hora de elegir dónde estudiar. Así
lo dio a entender la mayoría (24%) de los encuestados, seguido por el prestigio de la
institución, con un 23%. También entran en juego la cercanía del lugar de estudios (18%), la
oferta de carreras (15%) y la apertura de fuentes de trabajo que disponen (14%).
La veta económica también tiene peso al momento de pensar la carrera profesional, por lo
menos para el 26% de los encuestados. No obstante, prima otro valor al momento de la
elección: interés en el área de conocimiento (42%).
En cuanto a los datos recopilados, Bertie Benegas Lynch, director general de Universia,
sostuvo: “El factor económico se muestra presente tanto en el momento de pensar dónde
formarse, como en el futuro, relacionado con el crecimiento profesional. Si bien se percibe un
gran esfuerzo personal y familiar para cubrir gastos, no hay que perder de vista las
oportunidades que ofrecen diferentes entidades a través de financiamiento”.
Por su parte, Álvaro Vargas, representante de Trabajando.com Argentina, señaló que “existe
un importante porcentaje de jóvenes que si no trabajaran, no podrían estudiar, lo que a mi
parecer pudiese traer dos tipos de consecuencias: por una parte, el cansancio, estrés y la sobre
exigencia de tener al menos 2 importantes tareas diarias que resolver, y en ambas tener que
dar el 100%. Sin embargo, por otro lado, trabajar entrega experiencia y amplía la visión del
campo laboral, por lo que estos jóvenes no sólo podrían estar más preparados para las
exigencias del mercado, sino que con la experiencia, podrían orientar sus estudios a aquello en
lo que son buenos o bien, lo que en el camino van descubriendo que es lo que les gusta. Esto
último es algo tremendamente ventajoso al momento de encontrar trabajo”.