En las ciudades sostenibles los espacios verdes son reconocidos como un factor significativo en el aumento de la calidad de vida de la población por sus funciones ambientales, sociales y por su repercusión en la salud.
En este contexto el Observatorio de la ciudad de la Universidad FASTA realizó un estudio con el fin de indagar la percepción del ciudadano que habita Mar del Plata en relación a los espacios verdes presentes en la ciudad, persiguiendo los objetivos de conocer la importancia atribuida, la identificación de efectos y la valoración de los mismos, el desarrollo de la conciencia ambiental y el uso y disfrute de los mismos.
La muestra
Se trabajó en base a una muestra de 490 personas de 18 años y más, que viven en distintos barrios de la ciudad. Según la mayor o menor presencia de verde en los barrios se los agrupó en dos zonas: Zona A que incluye a los barrios con baja presencia de espacios verdes (Nueva Pompeya, Puerto, Microcentro, San Cayetano, Don Bosco, Estadio) y Zona B, que incluye a aquellos barrios con mayor presencia de espacios verdes (Parque Luro, Los Troncos, Bosque Peralta Ramos, Los Pinares, El Grosellar, Bosque Alegre, Sierra de los Padres, Pinos de Anchorena).
Los resultados
Los integrantes de la muestra consideran que la presencia de espacios verdes es un aspecto que manifiesta la calidad de vida de las ciudades y también la reconocen como condición para el logro del bienestar personal. Esta valoración positiva es mayor en las personas que viven en zonas que cuentan con menor cantidad de verde.
La presencia de espacios verdes en el propio barrio en el que habitan, es considerada suficiente en el 61% de los casos no habiendo diferencias según sexo y edad. Ahora bien, si se discrimina según Zonas A y B, resulta que casi 9 de cada 10 encuestados que viven en las zonas con mayor cantidad de espacios verdes consideran que son suficientes, mientras que sólo 3 de cada 10 afirman esto en la Zona A, con menor presencia de verde.
Del análisis resulta que el grado promedio de importancia atribuido a los espacios verdes en su barrio es del 81,26%. No obstante, es significativa la distinción entre aquellas personas que viven en las distintas zonas: el grado de importancia en la zona A, es 75% y, en zona B de 86.38%.
En relación a la frecuencia, un 37% de los encuestados manifiesta asistir diaria o semanalmente a un espacio verde mientras que, casi la misma proporción indica no tener un regular contacto. El tiempo de permanencia en los espacios verdes varía en un rango comprendido entre 15 minutos y 9 hs, mientras que el promedio de permanencia en estos espacios es 2,22 hs. Se observa una tendencia entre la frecuencia de uso y el tiempo de permanencia: a menor frecuencia, mayor tiempo de permanencia, salvo cuando se trata de frecuencia mensual. En cuanto a la edad los mayores permanecen menos tiempo.
Considerando las zonas, se observa que las mayores frecuencias de contacto con los espacios verdes, corresponden a las personas que viven en las zonas con mayor presencia de verde; los contactos ocasionales, en cambio, coinciden con quienes habitan en la Zona A, con menor presencia de verde.
En la Zona A se puede afirmar que interactúan con el verde el 44,6% de los encuestados, el tiempo promedio de permanencia es de aproximadamente 2 hs; la distancia entre el lugar donde vive y los espacios verdes más próximos es en promedio casi 6 cuadras. El 28% asiste al espacio verde más próximo a su casa.
En la Zona B interactúan el 72%, el tiempo de permanencia es de 2.22 hs; la distancia comprendida entre su residencia y los espacios verdes más próximos es en promedio casi 5 cuadras. El 42,5% asiste al espacio verde más próximo a su casa.
Las personas que asisten con una frecuencia entre diaria y mensual constituyen el 60% de la muestra. De estos, el 60% asiste al espacio verde más próximo a su domicilio. Las razones aludidas son la cercanía, comodidad, costumbre, gusto, distracción. Los espacios verdes elegidos por las personas que no concurren a un sitio cercano a su domicilio son principalmente el Parque San Martín, la Laguna de los Padres, la Plaza España y el parque Camet.
Considerando el total de las personas que asisten a espacios verdes quienes concurren indican que lo hacen caminando (56%), en auto (33%), en bicicleta (15%), en ómnibus (5%), en moto (4%).
Si bien parte de los encuestados indica que no hay obstáculos para asistir, la falta de tiempo libre y la inseguridad son los impedimentos que se mencionan con más frecuencia, seguidas por la suciedad, el clima, la presencia de una avenida peligrosa, la falta de baños y el uso de silla de ruedas. Además el 13% de los que concurren a los espacios verdes manifiesta encontrar obstáculos que limiten la presencia de algún grupo social en particular. Los dos más mencionados son: la falta de acceso para discapacitados y el mal ambiente asociado a la inseguridad. Además, la presencia de muchos skaters, y el riesgo para ancianos al no tener espacios de circulación delimitados.
Los principales problemas encontrados en los espacios verdes que frecuentan quienes lo hacen se vinculan a la inseguridad, y la falta de higiene, la escasa iluminación. Aspectos positivos destacados especialmente son la tranquilidad y la amplitud asociados al entorno verde que ofrece el paisaje.
Por otro lado, el 41% de la muestra manifiesta sentirse identificado con algún espacio verde local en particular. Tranquilidad, paz, felicidad, armonía, amor, recuerdos… son algunos de los términos elegidos para referir los sentimientos que despiertan los espacios verdes con los que se identifican.
Además, según resulta del análisis 4 de cada 10 encuestados consideran que ese espacio verde refuerza su identificación con la ciudad, y hay un porcentaje menor que no está seguro de esto. Los mayores de 50 años son quienes más consideran que esto sucede. Las personas que habitan en zonas con mayor presencia de verde consideran que los espacios verdes refuerzan su identificación con la ciudad en mayor medida que quienes habitan en la otra zona.
Preocupaciones
La mayoría manifiesta que entre sus preocupaciones como ciudadanos, se encuentran los problemas medioambientales.Frente a esta afirmación es mayor la preocupación en las personas más jóvenes y en quienes viven en zonas con mayor presencia de verde. No obstante, una mínima cantidad de personas participa en actividades de protección de la naturaleza.
Entre las actividades en las que participan mencionan: la colaboración con Greenpeace, separación de residuos, acciones contra los basurales clandestinos, limpiando plazas, en el Congreso Ambiental, concientización sobre higiene en la vía pública, Verde mundo, no contaminando, en la conservación de la Casa del Puente, en marchas.
El 6.7% del total de los encuestados ha vivido alguna experiencia de participación en el cuidado de un espacio verde, en la solicitud de generación de alguno existente y que se encuentre amenazado. El mayor porcentaje se encuentra en la zona con menor presencia de verde.
Las actividades que han realizado se vinculan a plantar árboles, realizar tareas de limpieza de parque, evitar la tala de árboles.
A pesar de la escasa participación efectiva en la generación o protección de un espacio verde, la mayoría de los encuestados afirma que hacerlo es un modo de educar en valores y de generar lazos sociales. En menor medida, consideran que refuerza la identidad con el barrio donde habita.
Para finalizar, propuesta una serie de afirmaciones con el fin de cuantificar el grado de acuerdo con su contenido, los ciudadanos reconocen la importancia del verde en la ciudad por diversas razones.
De esta manera, los encuestados afirmaron: que los espacios verdes contribuyen a mejorar la calidad de vida de la población (81%); contribuyen a la absorción del agua de lluvia (80%); son un factor de protección contra el viento (79%); protegen de la exposición a los rayos del sol (82%); incrementan la cantidad de oxígeno disponible (85%); reducen la presencia de contaminantes ambientales (68%); Mar del Plata no necesita tantos árboles por la cercanía al mar (28%).