Si bien lo que más prefieren consumir los marplatenses a la hora de hidratarse es el agua pura, el nivel de consumo resulta bajo. En segundo lugar se encuentra el mate, le siguen las gaseosas y aguas saborizadas.
La hidratación es una acción fundamental para mantener un buen estado de salud y por lo tanto, constituye un aspecto relevante que es necesario tener en cuenta, en relación al perfil nutricional de la población.
Sin embargo, no todas las bebidas seleccionadas para su consumo contribuyen a la hidratación, pudiendo además, significar un aporte extra y, en ocasiones, inadecuado de calorías, con injerencia directa en el estado nutricional del consumidor. Las razones señaladas justifican la nueva investigación del Observatorio de la ciudad de la Universidad FASTA sobre importancia de conocer la selección y frecuencia de consumo habitual y ocasional de las diferentes bebidas de la población marplatense.
Perfil de la muestra
Para este proyectose trabajó con una muestra de 603 personas de ambos sexos, mayores de 18 años, con diverso nivel educativo y residentes en la ciudad de Mar del Plata. Respecto al estado nutricional, basado en la relación peso/talla referidos por los encuestados, resulta que aproximadamente el 50% se encuentra dentro del rango de normalidad; sin embargo el 38% presenta sobrepeso y más de un 10% presenta obesidad.
Con respecto al consumo de aguas, se observa una marcada selección de agua pura (89.72%) en comparación a las aguas saborizadas y gasificadas. En el caso de las aguas saborizadas predomina el consumo de las azucaradas, invirtiéndose esto en el caso de quienes prefieren las gasificadas.
La investigación
De los datos recabados se deduce que el promedio total de ingesta de los distintos tipos de agua es de 1203.54 cc diarios; lo cual resulta un consumo relativamente bajo, en comparación con los requerimientos hídricos de un individuo adulto sano (1ml/kg de peso/día) los cuales rondan entre 2000-2500 ml/día.
Es necesario destacar que el agua pura es la bebida hidratante por excelencia, siguiendo en importancia las bebidas gasificadas, saborizadas y las infusiones, todas ellas sin azúcar. El agregado de azúcar a cualquier bebida contribuye a la diuresis y por lo tanto a la deshidratación. El 90% (n=541) que ingiere agua pura con un promedio de 996,78 cc por día tiene un consumo asimétrico presentándose una concentración en cantidades más bajas (entre 600 y 400 ml) y una mayor dispersión hacia valores más altos de consumo (entre los 1000 y 1400 ml). El 12% de la muestra supera los 2 litros diarios.
Las personas que refieren consumir agua saborizada azucarada ingieren aproximadamente 600 ml diarios en promedio, en tanto que quienes consumen las no azucaradas lo hacen, en promedio, en menor cantidad. Sólo una minoría manifiesta indiferencia respecto de si es azucarada o no a la hora de decidir el consumo.
En tanto, el consumo diario de agua gasificada azucarada promedia los 700 ml diarios, en tanto que las no azucaradas, los 550 ml y en el caso de quienes optan por una u otra es de 500 ml. Igual que en el caso anterior, el consumo promedio de bebidas azucaradas es mayor que el de las que no contienen azúcar.
Con respecto al consumo de jugos, se observa una mayor ingesta de jugos no naturales (3/4 litro /día) preferentemente azucarados, en comparación con los jugos naturales, donde el principal consumo ronda entre los 200-400 ml/día (1-2 vasos/día), siendo estos últimos de preferencia no azucarados en la opción de elección pero no en la cantidad. Los datos reflejan una selección inadecuada puesto que los jugos no naturales carecen de los beneficios nutricionales (aporte vitamínico-mineral) propios de los naturales.
Respecto a las gaseosas, éstas no aportan valor nutricional, sí en cambio calorías vacías propias de los azúcares que contienen y no contribuyen a la hidratación en tanto sean azucaradas. En la muestra se observa preferencia por el consumo de gaseosas con azúcar en comparación a las no azucaradas, tanto en porcentaje de personas que la eligen como en la cantidad que ingieren: gaseosas azucaradas (658 ml/día), gaseosas no azucaradas (596.55 ml/día) y gaseosas con o sin azúcar (511 ml/día).
Las infusiones tales como té, café, mate y caldo han sido incluidas en el presente trabajo. Respecto a las tres primeras, se observa una preferencia por la modalidad azucarada. Si bien hay una mayor proporción de personas que eligen consumir café antes que mate o té, hay una marcada diferencia en la cantidad ingerida: mientras que café y té oscilan entre 380 y 353 ml diarios respectivamente, el mate llega a los 1086 ml.
En relación al consumo de té, si bien es mayor el número de personas que componen la muestra que ingiere té con azúcar, el consumo promedio es similar a quienes lo hacen sin azúcar. Se destaca que el 75% de los consumidores de té en las tres modalidades consideradas ingieren entre 200 y 400 ml, existiendo un grupo menor que llega a consumir más de un litro diario de té. Al igual que en el caso del té, el consumo de café es aproximadamente de dos tazas diarias, sin observarse variaciones en referencia a la utilización de azúcar entre ambos grupos. No obstante, es mayor la cantidad de individuos que mencionan consumir café con azúcar. Otro dato importante que surge es la presencia de personas (3%) que indican ingerir un litro o más de café en forma diaria.
Como se mencionó previamente el mate es la infusión que se ingiere en mayor cantidad en todas sus modalidades: mate azucarado (1082.27 ml), mate no azucarado (1139 ml) y mate indistintamente con o sin azúcar (868.29 ml); la mayoría lo prefiere sin azúcar.
En tanto, el 20,5% de la muestra consume caldo. Se lo considera como infusión que se consume preferentemente entre comidas, no aporta calorías significativas y contribuye, además, a la hidratación por estar basado en agua pura y carecer del agregado de azúcares. En la muestra el 20,5% lo consume.
Análisis
La importancia que tiene la ingesta de azúcar en la hidratación justifica el análisis segmentado según se trate de consumo de “bebidas azucaradas”, ‘bebidas no azucaradas” o consumo “indiferente” (con o sin azúcar). Dentro de estas categorías se incluye: agua pura, agua saborizada, agua gasificada, jugos naturales, jugos no naturales y gaseosas (se excluyeron el té, el café y los caldos). Se realizó el análisis considerando el consumo diario habitual por encuestado; luego se observó qué proporción del consumo individual corresponde a las categorías antes mencionadas. Además, en esta etapa del análisis se discriminó entre quienes toman mate y quienes no lo hacen, dado el alto consumo promedio encontrado de esta infusión
De este modo, es interesante destacar que, en promedio, de la ingesta diaria total de una persona que no toma mate, el 65% corresponde a agua pura, mientras que en una persona que sí toma mate el agua pura representa sólo el 33,8 % de su ingesta diaria de líquido debido a que el consumo de mate genera un aumento en el consumo total de líquido aproximado a 1 litro.
Ahora bien, respecto al agua pura, no se observan diferencias importantes en la cantidad promedio consumida por ambos grupos, tal como puede observarse en el gráfico siguiente.
Del análisis de la relación entre consumo de líquidos e IMC resulta que, salvo en el caso del agua pura, se observa que a mayor índice de masa corporal (IMC) es mayor la ingesta de líquidos en todas sus formas.
Aproximadamente el 50% de los encuestados modifica ocasionalmente su consumo, mientras que el 50 % restante no lo hace. En el caso de quienes manifiestan modificar su comportamiento habitual se destaca el incremento de la ingesta de gaseosas, seguido de agua pura, agua saborizada, mate café, y jugos naturales. El consumo ocasional promedio de las diferentes bebidas analizadas ocurre con una frecuencia de 2 veces por semana.
El consumo más alto de forma ocasional como en el habitual, sigue siendo el de agua pura con un consumo promedio de 934 ml/día (4-5 vasos medianos/día). En segundo lugar se encuentra el mate con un consumo promedio de 681 ml (3-4 vasos medianos/día) y luego las gaseosas y aguas saborizadas con un consumo promedio de 500 ml (2-3 vasos medianos/día).
Motivos del consumo de bebidas
Los encuestados manifestaron seleccionar el agua pura como parte de su ingesta hídrica diaria, en su mayoría (57%) por motivos funcionales: salud y nutrición, satisfacción de necesidades básicas; y por placer individual (22%) en lo que respecta a los motivos emocionales. Quienes indicaron consumir agua pura ocasionalmente también lo hacen, en su mayoría, por motivos de salud y nutrición, enmarcados dentro de la categoría motivos funcionales.
En cuanto a las bebidas con sabor, los encuestados manifestaron seleccionar las bebidas tanto azucaradas como no azucaradas principalmente por placer individual (motivos emocionales). Quienes indicaron consumir bebidas con sabor de forma ocasional, mantienen los motivos emocionales de elección vinculados al placer individual, principalmente aquellas que contienen azúcar agregado.