La residencia es el período de formación de postgrado que permite alcanzar la especialidad en las distintas disciplinas médicas. En Argentina tiene una duración de cuatro años y consiste en una beca que otorgan las instituciones de salud públicas y privadas, a partir de un sistema remunerado de formación, a tiempo completo y con dedicación exclusiva. Se ingresa luego de la aprobación de un examen, en el cual compiten cientos de postulantes
Si bien en nuestro país la residencia no es obligatoria, el 70% de los médicos íntegramente formados en la ciudad, en la Universidad FASTA, merced a las competencias adquiridas y a los méritos personales, iniciaron el camino de desarrollo de su profesión especializándose en Clínica Médica, Pediatría, Cirugía, Diagnóstico por imágenes, Traumatología, Psiquiatría, Obstetricia y Ginecología, entre otras especialidades elegidas.
Catalina Mena (24) y Alejandra Grippaldi (45) estudiaron la carrera de Medicina en la Universidad FASTA destacándose por un excelente desempeño y hoy ya médicas se encuentran realizando la residencia en Mar del Plata y Alemania respectivamente. Sus experiencias son más que enriquecedoras y muestra de ello son sus testimonios. Catalina realiza la residencia en el Hospital Materno Infantil de Mar del Plata, mientras que Alejandra tuvo la posibilidad de realizar la residencia en el exterior desarrollándola en el Hospital Uniclínico de Dusseldorf.
“Además de ser la única propuesta en la ciudad en ese entonces, ni justificaba afrontar los gastos económicos y emocionales que implican irse a otra ciudad, sabiendo que la Facultad de Ciencias Médicas de FASTA ya tenía graduados de otras carreras que estaban muy bien formados. Sí, la carrera era nueva, pero valía la pena probar”, aseguró Catalina, quien decidió estudiar Medicina ni bien terminó la secundaria a sus 18 años. Distinto es el caso de Alejandra, madre de tres niñas: “Estuve en el momento preciso y en el lugar indicado para poder tener esta oportunidad de ser médica. Me puse a estudiar de grande, comencé con Fonoaudiología en FASTA y durante el primer año de la carrera cuando se empezó a escuchar que se abría Medicina en Mar del Plata al año siguiente me decidí con casi 36 años”, expresó.
¿Cuándo y por qué decidieron realizar la residencia?
Catalina: La residencia es algo con lo que insisten todos los médicos para que realicemos una vez finalizada la carrera. Es algo que dan como necesario: la formación continua y supervisada en la práctica médica. Supongo que no hubo un momento claro, fue un proceso de 6 años. La decisión por Pediatría fue fruto de las prácticas de la facultad. Se está en contacto con los sistemas de residencia, y decidí que era lo que quería para mí cuando roté por el Hospital Materno Infantil.
Alejandra: Estaba en tercer año de la carrera y por esas casualidades de la vida había empezado a estudiar alemán y por una circunstancia personal empecé a pensar en irme del país. Entre diversas opciones por tomar, finalmente tuve la oportunidad de pedir una rotación en un hospital de Dusseldorf (Alemania). La rotación la conseguí por 3 meses en cirugía pediátrica, aunque la especialidad que me gusta es cirugía general.
La experiencia está resultando positiva para las recientes médicas graduadas.
“Hasta ahora la residencia es lo que esperaba y más. Estoy con mis compañeras de la facu (varias elegimos Pediatría) y el grupo que hay es muy lindo (somos casi 20 residentes de primer año). Son muchas horas de trabajo y no es tanta la remuneración pero es muy grato estar a la par de gente que se formó en distintas partes del país y compartir tanto”, comentó Catalina.
Por su parte, Alejandra sostiene que “Como experiencia es fantástica. Cuando vine para Alemania me enamoré de la ciudad y estoy feliz de haber tomado esta decisión. En calidad de residencia y en calidad de vida es insuperable. Acá respetan las guardias de 12 horas, con lo cual eso para mí es una gran ventaja y más a mi edad. Otra ventaja que encontré en mi caso personal es que acá no hay límites de edad para hacer la residencia”.
Su formación y experiencias, les han permitido tener una opinión formada sobre la medicina en nuestro país y también en el exterior.
“Creo que se necesita un sistema de salud público mejor administrado para que pueda dar respuesta a las necesidades de la población, siempre falta algo. Pero cada vez encuentro más gente formada, con vocación, sacrificada por los pacientes, y eso es algo muy alentador. En cuanto a Mar del Plata, desde mi lugar puedo decir que existe la posibilidad de crecimiento, sí hay gente dispuesta a hacer crecer la medicina en la ciudad y en el país y creo que mi formación universitaria estuvo orientada a responder a esa necesidad”, sostuvo Catalina.
Alejandra también representa un valioso testimonio por su experiencia en el exterior: “Los médicos están muy bien formados. Puedo compararme con un estudiante de acá (Alemania) y en mi caso que me formé en la UFASTA puedo decir que no hay diferencias, al contrario los alemanes no tienen muchas prácticas. Estoy muy agradecida a la Universidad por la formación que me dio, me siento muy capacitada para hacer mi trabajo y tengo el extra que es la formación humanística. La ventaja que tienen acá es que cuentan con todos lo recursos, pero como desventaja detecto que el trato con el paciente es mucho más distante y en eso creo que tengo un plus porque es tanto lo que nos han formado por ver al paciente de manera integral como persona que eso se nota y mucho, el acercamiento al paciente y la escucha atenta”.
En lo que respecta al futuro, Catalina espera realizar una residencia posbásica en alguna especialidad pediátrica. Por su parte a mediados de agosto, Alejandra finalizará su rotación como médica invitada e inmediatamente después empezará a preparar su examen que será a fin de año, a través del cual obtendrá su matrícula como médica en Alemania.