El Dr. Enrique José Correa se desempeña como docente de las Facultades de Ciencias Económicas y Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad FASTA, quien desde 1995 realiza su viaje especial a Mar del Plata desde Buenos Aires, cada quince días para dictar sus cátedras.
Recientemente fue homenajeado por su trayectoria en el mes de su cumpleaños número 90.
Quienes lo conocen lo destacan por su responsabilidad, compromiso, vocación docente, caballerosidad y principalmente su hombría de bien.
El Dr. Correa es abogado y si bien ha dedicado una larga parte de vida a la docencia, esta fue complementaria a la profesional. Como abogado se dedicó a la actividad bancaria, desempeñándose como asesor letrado en varias instituciones, y culminar su carrera con la integración al Directorio del que fuera el Banco Nacional de Desarrollo.
¿Cómo fue su comienzo como profesor en la UFASTA?
Fue allá por la década del noventa y tanto…en que gracias a la intervención del Dr. Devoto, me vinculó con la Universidad Fasta y me invitó a integrar el claustro de docente de esa Casa de Estudios, y a quien destaco mi reconocimiento como excelente profesional, pero mejor persona.
¿Qué anécdotas, recuerdos tiene de su paso y actual trabajo en la Universidad?
Mis primeras clases en UFASTA, fueron sencillamente, fantásticas, tuve la suerte de intervenir en la formación de los que, posteriormente, fuera la primera graduación de la Universidad, allá por el año 97, fueron tiempos simplemente maravillosos e inolvidables, personalmente, fue una camada de personas insuperables, casi perfecta, estoy seguro, que toda persona que haya conocido a esta «linda gente», estará de acuerdo con mi forma de pensar. Basta con indagar el presente de sus integrantes, para comprobar la veracidad de lo que expreso. Por cierto, que lo dicho se extiende a las posteriores promociones, pero la primera, es imborrable; se siente la enorme satisfacción del «deber cumplido» ante Dios y ante los hombres.
Recientemente fue homenajeado por su trayectoria ¿Qué significa esto para usted?
Debo decir, que me conmovió hasta lo más profundo de mi alma, ese «acto» no lo podré olvidar el resto de mi vida, lo guardo como uno de los tesoros más preciados que reconfortará el resto de mi existencia, ver la cara de tantas personas muy queridas reunidas en un acto, es un premio demasiado generoso para una persona, que simplemente, cuando asumió un compromiso con la «Juventud de mi Patria» y ante Dios como testigo.
Quiero expresar mi reconocimiento, particularmente al conjunto de profesionales que colaboraron con mis tareas, a los Doctores DellaMagiora, Benvenuto, Trápani, Blanco y tantos otros con quienes mantengo la mejor de las relaciones personales. Para terminar, reitero, la UFASTA es para mí, la continuación de mi casa, de mi hogar, junto a mis seres queridos.