Silvana Arrigo y Agostina Pezzati son Licenciadas en Fonoaudiología, graduadas de la Universidad Fasta. Silvana tiene 36 años y actualmente trabaja en el Hospital Materno Infantil, mientras que Agostina de 27 años, hace poco defendió su tesis de licenciatura y además está haciendo la residencia en el INAREPS.
La carrera de Fonoaudiología se desarrolla hace más de 20 años en la Universidad y cada día son más los alumnos que se inscriben y los profesionales que se dedican a esta profesión, “me parece muy positivo que haya gente con ganas de estudiar y emprenderse en este maravilloso mundo”, comentó Pezzati.
El fonoaudiólogo se encarga del estudio, la prevención, la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de los procesos normales y patológicos de la comunicación humana, abordando desde cinco áreas fundamentales: el lenguaje oral y escrito, el habla, la voz, la audición y la función oral faríngea en cualquier etapa del ser humano, desde bebés hasta adultos mayores.
“Es sumamente motivador saber que a medida que uno se encamina en un área de la fonoaudiología, hay mucho camino por recorrer, para investigar y especializarse”, expresó Arrigo.
En la actualidad, una de las principales preocupaciones que tienen los interesados en estudiar una carrera, es sobre su futura salida laboral y su adaptación a ella. Según Pezzati “la inserción laboral es muy buena: a medida que el profesional va formándose y realiza capacitaciones, se logra visualizar la cantidad de áreas de intervención y las distintas poblaciones que se puede atender, en ámbitos de la salud pública y/o privada, educación, entre otros”.
Los estudiantes realizan prácticas profesionales dentro de la carrera, acercándose en sus años de formación al mercado laboral. “Las primeras prácticas que realicé fueron en el Hospital Materno Infantil y en el Hospital Privado de Comunidad, e inmediatamente me di cuenta que ése era el lugar y ámbito donde quería trabajar. No solo en un consultorio, sino tener la posibilidad de hacerlo de forma interdisciplinaria”, remarcó Silvana.
Agostina vivió con mucha felicidad sus primeras prácticas: “como estudiante puse mucho esfuerzo para poder dar todos los finales y llegar a ese día, la experiencia fue buena, en cada lugar con cada profesional pude sacar herramientas y tener una visión más clara de la orientación que quería seguir y como debía hacerlo”.
Más allá del labor físico con los pacientes, los fonoaudiólogos también trabajan y le dan importancia al lado humano. “Esta profesión está sumamente ligada a lo humano, no es posible trabajar con la persona sin dejar de entenderla y abordarla dentro de una dimensión bio-psico-social” comentó Arrigo.
Pezzati, por su parte, dijo que “el lado humano es lo primero que se debe pensar en cualquier tratamiento, tener en claro que frente a nuestros ojos tenemos primero a una persona y no solo una patología, brindando una escucha para conocer los objetivos propios que tiene el paciente.”
Las licenciadas recuerdan con mucho cariño sus épocas en la Facultad y quisieron dejarles un mensaje a los nuevos estudiantes. “Mi consejo es que no duden en estudiar y comprometerse con esta apasionante profesión” expresó Arrigo.
“Que no dejen nunca de formarse, que de cada caída obtengan un nuevo aprendizaje y sobretodo que luchen por la carrera y las incumbencias que nos pertenecen” concluyó la Lic.Pezzati.