En un acontecimiento histórico para la Institución, el pasado mes de febrero, el Pbro. César Garcés Rojas asumió como nuevo Presidente de Fasta y nuevo Gran Canciller de la Universidad.
En abril, el Pbro. César Garcés Rojas visitó la ciudad de Mar del Plata y asumió su cargo como Gran Canciller UFASTA. Además, en su paso por la ciudad, el Padre César encabezó la misa de inicio académico, visitó las instalaciones universitarias y se presentó ante el personal. En este sentido, el nuevo Gran Canciller aprovechó para hablar con UFASTA noticias sobre su nuevo rol en el Movimiento y en la Universidad.
La Universidad
En Febrero de 1994 llegaba a la ciudad de Mar del Plata un joven César, que desde muy temprana edad formaba parte del Movimiento Fasta, y hasta ese momento tenia una incipiente relación con la Universidad recién formada. “Apenas llegué a la ciudad me ofrecieron poder ejercer como profesor de una materia llamada Didascalias, nunca lo había hecho, pero aproveche la oportunidad”, recordó.
Para ese entonces, la Universidad todavía no se comparaba con lo que es hoy, pero se notaban las ganas de progresar. “En ese momento éramos una comunidad muy pequeña, donde todos nos conocíamos, éramos la ilusión de lo que recién comienza” comentó.
Después de varios años fuera, al volver a la ciudad para asumir este nuevo rol, Garcés Rojas se encontró con algo completamente distinto: “uno actualmente ve una gran Universidad, muy madura y con ganas de seguir creciendo”. El crecimiento de la institución fue algo que asombró al Presidente de Fasta, pero también se dio cuenta de que hay cosas que aunque el tiempo pase, no cambian.
“Para seguir creciendo, es importante que haya un encuentro entre generaciones que han vivido distintos procesos”, comentó. Este encuentro, según él, es fundamental para poder romper la tensión que existe entre la fidelidad y la renovación. “A cada generación le corresponde una misión, cada una debe recibir, acrecentar y transmitir algo”.
Nuevo rol como Presidente y Gran Canciller
“A mi me toca presidir toda la obra de FASTA, eso significa cuidar y ser custodio de los dones carismáticos para que la identidad de la obra y de la universidad sean fieles al bien de la iglesia”. El Gran Canciller es consciente de su responsabilidad, por eso mismo también deposita su confianza en la comunidad: “hay una comunidad que tiene que ser consciente de donde nos encontramos y asumir estas responsabilidades”.
La pequeña comunidad que había conocido César, ahora es una gran Institución. “Me gustaría que la Universidad se transforme en una casa para aquellas personas que están incorporándose a la vida de la Obra, generar un espacio amable y de encuentro que las haga felices y puedan acompañarse entre ellas” explicó. Para poder lograr esto se precisa tiempo, se debe encontrar la fuerza de la ilusión para poder darle sentido a lo que se está haciendo.
“Ver como avanza la Universidad, con sus estructuras, su condición y sus proyectos, habla muy bien del Padre Fosbery y de la comunidad madura que formó, yo estoy muy tranquilo”, concluyó el Pbro. César Garcés Rojas, esperanzado con este nuevo desafío que comienza.