El Observatorio de la Ciudad de la Universidad Fasta mide desde 2014, el grado de variabilidad entre los precios de 25 productos alimenticios idénticos, en distintas zonas y tipos de comercios ubicados en Mar del Plata.
Los resultados del último estudio confirman el alto grado de dispersión y por ende la falta de referencia que tienen los consumidores a la hora de comprar esos productos. Este informe compara los valores de los productos más consumidos por la población en 8 zonas de la ciudad y en diferentes tipos de comercios minoristas.
“En un contexto de elevada y persistente inflación se produce un fenómeno de dispersión de precios que dificulta que los consumidores cuenten con precios de referencia al momento de adquirir bienes, como en este caso, productos alimenticios de primera necesidad”, explicó el director del Observatorio, Gabriel Coronello Aldao.
El informe se basa en un relevamiento realizado durante la primera semana de abril, mediante el cual fueron registrados los precios de venta de un conjunto de artículos de marcas y presentaciones idénticas. El trabajo de campo se desarrolló durante una misma jornada en 48 comercios de venta minorista distribuidos en 8 zonas de la ciudad, incluyendo a dos despensas, dos minimercados y dos supermercados por zona.
Los precios de los 25 productos relevados para este estudio exhibieron un alto grado de dispersión tanto en términos absolutos como relativos. Al observar la dispersión absoluta, surgida de las distancias entre precios mínimos y máximos, se advierte que las mayores diferencias se presentan en el queso cremoso, el café, el aceite de girasol y la manteca. Para el queso cremoso se registró un precio mínimo de $640 y un máximo de $1290, para el café de $200 y $500, para el aceite de girasol de $145 y 390 y para la manteca de $200 y $390.
Por otra parte, la dispersión relativa, que mide el porcentaje de variación en relación al precio promedio de cada producto, registró la mayor dispersión en los tallarines, el aceite de girasol y las galletitas saladas. Mientras los productos cuyos precios registraron la menor variación relativa fueron la sal fina, las salchichas y la yerba mate. Se observó también, que el mayor nivel de dispersión relativa se presentó en las despensas (18,89%), luego en los
supermercados (17,20%) y en los minimercados (16,64%). Los productos con mayor dispersión relativa en las despensas fueron el aceite de girasol y las galletitas saladas, mientras que en los supermercados los tallarines y el aceite de girasol y en los minimercados, la polenta y el azúcar B.
Al considerar el comportamiento de los precios en función de su ubicación geográfica, se estableció que la zona número 6 (delimitada por Carlos Gardel, Alvarado, Italia, Juan B. Justo, Av. Centenario (Champagnat), Irala) fue la que presentó la mayor dispersión relativa, con un coeficiente de 18,138%. Por otra parte, se determinó que la zona número 8 (Arturo Alió, Río Negro, San Juan, Alvarado) fue la que presentó la menor dispersión relativa, con un coeficiente de 9,63%.
Si se considera a los 25 productos relevados como una canasta, es posible establecer su valor total. Se observa que, tomando como referencia los 48 precios registrados para cada artículo, su valor mínimo es de $3292, su valor promedio de $5067, y su valor máximo de $7276. Teniendo en cuenta que en 2021 el valor promedio de esta misma canasta era de $3058, se observa un crecimiento del 65,7% interanual. Para que un consumidor pague por esta canasta el precio más bajo, debería seleccionar los artículos que presentan los precios mínimos. Para ello debería recorrer 7 de las 8 zonas en las que se dividió la ciudad y visitar 16 de los 48 comercios relevados, concurriendo a 6 supermercados, 4 minimercados y 6 despensas diferentes.
Al comparar los resultados del presente estudio con los obtenidos por este Observatorio con anterioridad, se advierte que, tal como se comprobó en el pasado, la dispersión de precios es un fenómeno evidente y persistente en la ciudad de Mar del Plata.