Es común en la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría en UFASTA, una oferta única en la zona, la convivencia de estudiantes de Mar del Plata y varias ciudades aledañas. Sin embargo, este año uno de sus ingresantes fue el palista necochense Manuel Trípano.
Manuel Trípano tiene dieciocho años y es deportista de alto rendimiento en canotaje slalom: es la segunda canoa del país y lleva la bandera argentina a todas partes de Europa para competir y compararse con los mejores de su categoría. En el medio, decidió estudiar una carrera en UFASTA porque “siempre es bueno mantener la cabeza ocupada en otra cosa”. Ingresó en Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría este año y, si bien cursar es un desafío, lleva los apuntes y la computadora a todos lados.
El palista necochense quedó entre los diez mejores del mundo en el Mundial Junior desarrollado el año pasado en Ivrea, Italia, y en mayo de este año ganó dos medallas doradas en el Campeonato Panamericano de Slalom realizado en Brasil, competencia Selectiva para los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, en octubre. En esa ocasión se coronó en canoa individual Sub-23 y en la categoría por equipos junto con su primo Nicolás Trípano y Sebastián Rossi, quien representará a Argentina en Santiago.
El ritmo de la competencia es constante, y este año es todo un desafío para Trípano: a punto de cumplir los diecinueve y como segunda mejor canoa del país detrás del experimentado Sebastián Rossi, escaló de categoría y se lanzó a competir en copas del mundo en las categorías Sub-23 y Senior. Todo apunta a tener un buen rendimiento en el Mundial Sub-23 en el mes de agosto, en Polonia, y seguir sumando buenos números para asegurarle al país una plaza en los JJ.OO. Casi todas las competencias se desarrollan en Europa.
UFASTA: Tenés toda una vida alrededor del canotaje. ¿En qué momento de tu vida fue que decidiste inscribirte en una carrera?
MT: Bueno, va todo de lo familiar, porque se puede decir que mi viejo, mi vieja, mi tío, son kinesiólogos. Y bueno, más allá de que me gusta mucho en sí, siempre está bueno ocupar la cabeza en otras cosas. Pensar cien por ciento en lo que estás haciendo del deporte no está bueno, porque una vez te va mal y podés llegar a pensar cosas muy feas, como que “lo único que haces, te sale mal”. Llevar una vida externa es muy sano: estar con amigos, con mi novia, estudiar.
UFASTA: Ingresaste este año. ¿Cómo llevás adelante la cursada?
MT: Yo, por ejemplo, ahora traje la compu y los libros, los cuadernos para estudiar mientras que no estoy (habla desde Pau, en Francia). No se puede cursar de manera virtual, pero hay un montón de cosas que se pueden ir adelantando. De hecho estaba hablando con los Gestores de Asuntos Estudiantiles y va mucho de la mano de ahí. Tomar todo con respeto, con tiempo, porque es complicado. Ya cuando vuelva voy a tener los parciales, pero lo bueno es que ya estoy al día.
En la escuela llegué a faltar, por decirte, un setenta por ciento del año, y pude aprobar. Pero bueno, la Universidad es completamente distinta y, mientras que se avise todo con tiempo y se te de la opción, hay que hacerla. Y la verdad, aunque me tarde más, si tardo en vez de cinco años, siete años en hacer la carrera… Mientras siga compitiendo, entrenando, pasándola bien, divirtiéndome, no hay problema.
UFASTA: Y pensando a futuro, ¿en dónde te gustaría trabajar como kinesiólogo?
MT: Intentaría desviarme primero por la rama deportiva, pero también me gusta mucho lo que es la atención a la discapacidad. De hecho, en Necochea con mi familia tenemos un centro de rehabilitación y gimnasio, está bueno. Yo venía atendiendo a varias personas, y algunos eran derivados de rehabilitación. De ahí ya conocí parte de eso.
UFASTA: El año pasado quedaste entre los diez mejores palistas del mundo, y ahora participaste en el Panamericano y ganaste dos doradas, a tus dieciocho años. ¿Cómo llevás todo eso?
MT: Bueno, es algo que viene desde hace mucho tiempo. La cosa es que se maneje con tranquilidad y no se tomen con tanta profundidad algunas cosas, porque en realidad es un camino largo, capaz que sigo compitiendo hasta pasados los treinta años… Si voy a todo desde los catorce, quince años, tampoco hay que tomarlo muy a pecho, porque en todos los deportes fallas más de lo que ganas. Hay que manejarlo, porque sino te bajoneás y no está bueno.
UFASTA: ¿Y a nivel deportivo qué te llevás de tu participación en Brasil, en el Selectivo?
MT: Muy bien, venía por un lado en comparación con el que en ese momento era Cabúa da Silva. El año pasado, que competí en el mundial de Ivrea, él entró en la final, pero en ese momento era una categoría más grande [Sub-23], y ahora yo soy parte de esa categoría también. Es un buen parámetro también porque andamos parecidos. Estuvo bueno, más allá de eso, también como entrenamiento. Pude compararme con Sebastián Rossi, que vendría a ser la primera canoa del país que, bueno, cada vez estamos más cerca tirando puntas.
El palista de 31 años (que representó al país en Londres 2012 y Río 2016) es un ejemplo a seguir para Trípano, especialmente en un deporte en el que es difícil encontrar alguien con quien compararse sin tener que viajar miles de kilómetros en el medio: “No lo tomo como un rival, sino como alguien de quien aprender”, aseguró el estudiante de kinesiología.
UFASTA: ¿Este año cómo es tu agenda? ¿Entra en eso prepararse para los JJ.OO?
Bueno, ahora voy a estar en Praga (en un campeonato mundial), sería del nueve al once de junio, y después el dieciocho vuelvo para Argentina. Más que nada voy rendir parciales, estudiar, pasar por Necochea. En agosto debería ir para Polonia y hacer el mundial Sub-23, y después ir a otra Copa del Mundo que se hace en España, que vamos a estar una semana. Después ir a entrenar y competir en el mundial, que sería el Selectivo olímpico de Londres, y de ahí vuelvo para Argentina. Los Juegos Olímpicos sería una de las metas más grandes, diría yo. Depende mucho de cómo me va en el Selectivo y los Mundiales.
Manuel Trípano explicó también que como la delegación puede enviar solo un palista para competir en los JJ.OO., lo más probable es que –de quedar clasificado el país– quien participe sea Sebastián Rossi, el más experimentado del equipo.
De todos modos el necochense tiene el foco puesto en la inmediatez, en poder viajar y participar de cada competencia: como pudo contar, es un deporte duro, en el que muchas veces –lastimosamente– los gastos corren por cuenta propia. Mientras tanto, la “vida externa”: estudiar una carrera en UFASTA es, curiosamente, un cable a tierra, una distracción para la ajetreada agenda del deportista.