Como premio por su participación, el proyecto integrado por la Fundación Cardiológica Correntina y un equipo de investigación de UFASTA recibirá asesoramiento y 200 millones de pesos en financiación por doce meses.
Este martes, la Fundación Sadosky y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación anunciaron oficialmente los diecinueve proyectos ganadores de la Convocatoria “Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software”. A lo largo de todo el país, distintos equipos participaron en el concurso: entre ellos, resultó ganador un equipo integrado por la Fundación Cardiológica Correntina junto con un grupo de la Universidad FASTA.
Fue reconocido entre los diecinueve ganadores un proyecto que se presentó en conjunto entre la Fundación Cardiológica Correntina y el grupo de investigación de Informática y Salud de UFASTA. La idea presentada consiste en utilizar IA para digitalizar cardiogramas y predecir el desarrollo de patologías cardíacas. Como reconocimiento, recibirán un total de 200 millones de pesos para su desarrollo.
El trabajo contó con la participación de los doctores Virginia Ballarín y Gustavo Meschino —quienes trabajan juntos hace más de 25 años— y la Secretaría de Investigación y Extensión de la Facultad de Ingeniería.
La colaboración entre la Universidad FASTA y la Fundación Cardiológica Correntina se originó a través de la Sociedad Argentina de Bioingeniería, a la cual Meschino pertenece en calidad de tesorero desde 2017, y de donde la Dra. Virginia Ballarín fue presidente en el 2015.
Después de escuchar la conferencia de apertura de Virginia en el XXIII Congreso Argentino de Bioingeniería y XII Jornadas de Ingeniería Clínica de 2022, el Dr. Santiago Manzolillo, líder en la Fundación Cardiológica, quien tenía un fuerte interés en investigación además de su formación médica, se puso en contacto con el equipo.
La palabra de los doctores sobre el proyecto
En base a la extensa base de datos que la Sociedad Cardiológica de Corrientes almacena, «se impulsó la idea de alimentar una red neuronal con estas imágenes para obtener información directamente de ellas», explicó Ballarin. «Si esto no fuera factible, se consideraría utilizar los parámetros de las imágenes, como alturas y picos, como datos para entrenar una red que emule la interpretación de un médico de electrocardiogramas», destacó la doctora.
Sobre el trabajo específico del proyecto, el Dr. Meschino explicó que «se enfoca en procesar registros de electrocardiogramas obtenidos directamente de dispositivos que capturan estas señales, los cuales se presentan como imágenes de las diversas derivaciones del ECG. Estas derivaciones representan las ubicaciones predefinidas en el pecho donde se colocan los electrodos. Se recopilan múltiples registros de cada derivación y se combinan en una imagen».
El objetivo principal, precisó el doctor, es utilizar esas imágenes para estimar la edad y el sexo del paciente mediante un sistema de inteligencia artificial, que «aprende» a identificar patrones que corresponden a pacientes masculinos o femeninos y a estimar la edad asociada a cada electrocardiograma.
«Es importante destacar que este enfoque de inteligencia artificial se basa en matemáticas y no implica una verdadera inteligencia», advirtió Meschino. En cambio, explicó, «el sistema memoriza características específicas en forma de parámetros y generaliza su conocimiento para realizar estimaciones precisas«. Evitando la generación de información falsa, establecer parámetros comunes va a contribuir a la atención médica avanzada.
El proyecto tiene una duración de un año y actualmente se enfoca en la limpieza y curación de registros de electrocardiogramas, asegurando la calidad de los datos. Luego, se separan los registros patológicos de los normales y se procede a entrenar un sistema de inteligencia artificial con los registros normales. La etapa siguiente implica poner a prueba el sistema con registros patológicos para evaluar su capacidad de detección de casos anómalos.
Tal como aclararon desde el equipo implicado, «este es solo el primer paso del proyecto», y se espera una colaboración continua entre expertos en tecnología y profesionales médicos para mejorar y expandir el sistema. Lo que hace distintivo al sistema es que utiliza datos de pacientes argentinos, lo que lo hace especialmente relevante para la población de Argentina debido a su diversidad étnica y características específicas.
La convocatoria “Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software” de la Fundación Sadosky tuvo su primera edición el año pasado, y busca apoyar y financiar proyectos científico-tecnológicos en empresas argentinas de Software y Servicios Informáticos. Esto abarca las áreas de la salud, industria satelital, transición energética y bioeconomía, entre otras. Los proyectos ganadores reciben durante 12 meses asesoramiento y acompañamiento.