El prestigioso odontólogo Francisco Ramos-Gómez, director del Departamento de Odontología Preventiva y Restaurativa en la Universidad de California, Los Ángeles, compartió sus ideas y conceptos en una visita a Mar del Plata durante un Encuentro Multidisciplinario en Salud, organizado por la Universidad Fasta, donde fue distinguido como “Profesor Extraordinario Visitante”, la mayor distinción que otorga la casa de altos estudios.
Ramos-Gómez expresó su alegría y emoción por el reconocimiento, por el cual dijo estar “feliz y muy honrado”, destacando la innovación y creatividad del programa de Odontopediatría de la Universidad Fasta, al cual equiparó con los estándares de los programas del primer mundo.
En diálogo con LA CAPITAL tras recibir la distinción, el profesional de amplia trayectoria habló sobre el cuidado y prevención oral del infante, y enfatizó que lo verdaderamente extraordinario en su área de trabajo radica en “el compromiso y esfuerzo de los profesionales para hacer lo extra por las familias y niños”.
En ese sentido, destacó la importancia de valorar los dientes primarios y el papel vital que juegan en el desarrollo de los niños. Al respecto advirtió que hay una alarmante “epidemia de caries tempranas en la infancia”, especialmente agravada después de la pandemia, y resaltó la necesidad de “intervenir en las comunidades vulnerables donde la falta de acceso a dentistas es común”.
Ramos-Gómez abogó por un enfoque integral, donde los odontólogos, odontopediatras y pediatras “trabajen colaborativamente considerando los determinantes sociales de la salud”. Destacó la importancia de “reconocer la realidad socioeconómica de las familias” y abogó por “un compromiso personal de los proveedores de salud”.
En cuanto a la formación, sugirió la necesidad de promover una mirada integral, no solo enfocada en diagnósticos y tratamientos, sino también en “establecer la confianza” cultural con las familias, y en el rol tanto de los profesionales como de las instituciones en cuanto a la prevención.
“Son importantes las campañas de concientización, como las que realiza la Universidad Fasta, y también que los estudiantes sean conscientes de la realidad social de los pacientes, para crear en ellos una mentalidad de labor social”, dijo.
“En la formación hay años para saber cómo diagnosticar y establecer planes de tratamiento, pero es vital cómo van a entablar esa confianza con las familias en términos culturales, que entiendan de dónde vienen las familias, qué esfuerzo hicieron para estar ahí, y el trabajo que tienen para poder pagarlo”, planteó el odontólogo y profesor.
“También es bueno utilizar los medios del gobierno que existen. Sé que aquí existen muchos programas, como el Plan de los 1000 días. Es una idea de muy poco recurso, que sería importante agregar un odontólogo o una visita dental dentro de esos mil días, para prevenir todo lo que viene después, que son costos”, agregó.
A su entender, todos los grandes costos en tratamientos odontológicos y quirófano “pueden prevenirse por completo”, siempre y cuando haya profesionales que hablen a tiempo con las familias y colaboren con sus integrantes “como un coach de salud con la familia”, y les digan: “Estamos aquí para el bienestar de tu hijo y vamos a hacer dos cosas: baja los azúcares, baja las comidas y bebidas con mucha azúcar, lee los contenidos de los alimentos, y que todas las noches lo último que le toque al niño sea la pasta con floruro; es todo lo que tienen que hacer.
Ese “enfoque social” de un odontólogo comprometido, marcó Ramos-Gómez, “es un esfuerzo capaz de cambiar el mundo”.
Por el contrario, un niño que crece con dolor crónico, sin poder verbalizar por lo que está pasando, “no puede enfocarse en la escuela, no puede crecer y desarrollarse normalmente, entonces no va a poder tener las mismos posibilidades que otros niños”.
Cabe señalar que Francisco Ramos-Gómez dirige además la Especialidad de Odontopediatría en la Universidad de California, como también es reconocido por la implementación de protocolos de CAMBRA (Control Anticipado de Riesgo de Caries Dentales) y en la realización de intervenciones de prevención temprana en niños pequeños, entre otros destacados antecedentes académicos y profesionales.
Por otro lado, en el ámbito tecnológico, resaltó los avances “poco invasivos” y materiales dentales que facilitan la regeneración del tejido dental. Además, instó a los estudiantes a tener conciencia de su papel como intervencionistas de comportamiento y a esforzarse en mejorar constantemente.
Finalmente, Ramos-Gómez enfatizó, sobre todo después de la pandemia, la importancia de “reforzar la confianza con las familias” y “reafirmar el compromiso de los profesionales de la salud bucal con la salud completa y el bienestar social de los niños”. Abogó en ese sentido por considerar la salud bucal como “un aspecto de equidad, justicia social, igualdad y derechos humanos”.
Por La Capital