Este domingo 12 de mayo se conmemora el día del Fonoaudiólogo en Argentina, fecha que recuerda la creación de A.S.A.L.F.A., la Asociación Argentina de Logopedia, Foniatría y Audiología. En este aniversario dialogamos con Jimena Belén Gonzalez, graduada de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad FASTA.
La UFASTA ha formado a cientos de estudiantes en una disciplina que combina las ciencias de la salud, la psicología y la lingüística para ayudar a pacientes con dificultades de comunicación. “Me gusta que sea una profesión amplia con un gran abanico de opciones, ya que cuenta con distintas áreas de abordaje (voz, audición, lenguaje, habla, deglución) y población a la cual dedicarse, podemos trabajar con bebés hasta adultos mayores. Además, disfruto el poder ayudar al otro a comunicarse o hacerlo de una mejor manera, aspecto fundamental para la vida” comentó González.
Jimena se especializa en el área de lenguaje con población de niños. Algunas de las problemáticas que preocupan más hoy en día a los fonoaudiólogos son las dificultades del lenguaje en la niñez. Hay distintos casos como hablantes tardíos, niños con trastorno del desarrollo del lenguaje, niños que poseen dificultades del lenguaje secundarias a una condición de base, entre otras.
En este sentido, González considera que el aumento de casos se debe en gran medida al avance de la tecnología. Si bien por un lado hoy es posible realizar diagnósticos con mayor precisión y de manera temprana, también afecta ya que la exposición a pantallas desde edades tempranas produce problemas en la adquisición del lenguaje. ”El niño comienza a hablar gracias a la interacción con el adulto que modela y responde a los intentos de comunicarse del niño, la pantalla no proporciona ese feedback, esa respuesta a las expresiones para que este pueda adquirir lenguaje y comunicarse”, expresó la fonoaudióloga.
En esta línea, González afirma que cada tratamiento es personalizado. “El proceso arranca con el descubrimiento del problema del niño con la fonoaudióloga del colegio, quien forma parte del Equipo de Orientación Escolar, y de ahí se lo deriva a un fonoaudiólogo de consultorio. Este proceso se realiza con el rol de los padres de por medio. Cuando comienza el tratamiento dura dependiendo de la dificultad de cada uno, cada chico puede estar meses, incluso años en tratamiento” explicó.
El lenguaje está formado por diferentes planos y dependiendo de aquello que tenga afectado es el enfoque que se hace del tratamiento, dicho enfoque va a estar adecuado siempre a la edad del niño, se trabaja mediante el juego, actividades en mesa, adaptándolo a aquello que se quiere abordar. Para González es importante también el rol que cumple cada familia, ya que van a ayudar a lograr un mejor resultado, “es fundamental crear un vínculo sólido y positivo tanto con el paciente como con su familia”.
“A las familias les sugiero siempre que no duden en consultar con un profesional si observa algún signo de alarma en el lenguaje de sus hijos, se sabe que las intervenciones tempranas generan mejores pronósticos, sobre todo en los primeros 3 años de vida”, concluyó.
El Licenciado en Fonoaudiología formado en la Universidad de FASTA posee sólidas competencias técnico-profesionales y humanas, que le permiten una amplia inserción laboral, en el campo educativo en todos los niveles, investigación, asesoramiento y auditorías. También se aboca a la prevención, evaluación y tratamiento de tres áreas fundamentales: la voz, el lenguaje y la audición.