Aluminé Mucci es estudiante del Profesorado y Licenciatura en Psicopedagogía de la Universidad Fasta y se encuentra realizando sus prácticas profesionales de carrera en el Centro CONIN de Mar del Plata.
“Cuando estaba en el último año del colegio, sabía que quería estudiar algo donde pudiera trabajar con niños a futuro, conocí el consultorio de una psicopedagoga, que trabajaba con mi mamá y me encanto, después de eso le pregunté qué era lo que hacía y ella me contó todo acerca de su trabajo. Busqué dónde podía estudiar, y llegué a Fasta”, comentó Mucci, en relación a su decisión de estudiar esta carrera.
El egresado del Profesorado y Licenciatura en Psicopedagogía se ocupa de la problemática humana del aprendizaje en las distintas edades de la vida, con las particularidades de cada persona, grupo e institución. Además de la actividad asistencial, la tarea preventiva cumple un rol fundamental en su accionar profesional.
Los primeros acercamientos con el mundo profesional suelen ser un gran desafío para los alumnos, más en este caso donde la mayoría de los estudiantes habían trabajado de forma virtual. “Estoy disfrutando mucho mis primeras prácticas, después de tanta virtualidad poder empezar a hacer las prácticas de manera presencial, poder compartir con otras personas me llenaron de la motivación que necesitaba para transitar lo último de mi carrera”, destacó Aluminé.
“Los graduados en Psicopedagogía de la Universidad Fasta tienen un altísimo grado de inserción laboral en los distintos ámbitos de incumbencia, y su titulación universitaria les otorga mayor prestigio frente a otros profesionales con títulos de menor jerarquía académica” comentaron desde la Facultad de Cs. de la Educación de la Universidad Fasta.
CONIN es una organización que busca prevenir la desnutrición infantil realizando un abordaje integral de la problemática que da origen a la extrema pobreza, queriendo favorecer el vínculo materno-infantil para lograr un armónico desarrollo del niño desde sus primeros años de vida y fomentando el rol de la madre como principal estimuladora del niño.
Al comenzar las prácticas en el centro a cada alumno se le otorga una pareja pedagógica con la cual trabajar: “desde el primer día con mi pareja pedagógica nos sentimos muy cómodas, estoy muy contenta, no hay encuentro que no disfrute, de todos me llevo algo, una historia, una enseñanza, ganas de seguir aprendiendo para poder seguir ayudando”.
Aluminé, además de valorar el gran trabajo de sus profesores, también destaca el lado humano de la carrera, algo que la Universidad siempre trata como prioridad. “Estoy agradecida con muchos de mis profesores, este año con el comienzo de nuestras prácticas demostraron su profesionalismo, su compromiso, demostraron su calidad humana entendiendo la situación de cada uno en un momento como este, haciéndonos sentir acompañados y contentos” finalizó.