La sede SVP de la Universidad y el Colegio Fasta fue testigo de la inauguración del mural en homenaje al Fray Aníbal Fosbery, quien fuera el fundador de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA) y dedicara toda su vida a promover la educación. El encargado de descubrir el mural fue el Rector Juan Carlos Mena, quien estuvo acompañado por el vicepresidente del movimiento FASTA, Alejandro Campos, el Vicerrector de Asuntos Económicos de la Universidad FASTA, Pablo Vittar Marteau, y el Representante Legal del Colegio SVP, Juan Manuel Del Valle Ricci.
El homenaje a Fosbery, realizado el pasado miércoles 2 de noviembre, contó con la participación de varias autoridades del Colegio y la Universidad, así como también de alumnos del nivel inicial y secundario. El Rector de UFASTA, Dr. Juan Carlos Mena, fue quien descubrió el mural: son cuatro fotos representativas de la vida del Fray Fosbery, coronadas con su lema personal “con mi vida demostraré lo que amo”. Los instantes siguientes fueron dedicados a la bendición del mural a cargo del Padre Francisco Lázzaro.
El acto luego dio protagonismo al representante legal del Colegio SVP, Juan Manuel Del Valle Ricci, quien dirigió algunas palabras a los presentes, sin dejar de destacar la vehemencia, fortaleza y voluntad del Padre fundador. “Es un humilde homenaje a quien como sacerdote, padre, maestro, fundador, dominico, hermano y amigo nos convocara, en distintas horas de nuestras vidas, a vivir la vocación como testigos de Cristo”, manifestó en su discurso. Luego agregó, mientras miraba el mural: “esta frase que hemos elegido entre las tantas de su autoría es una síntesis de su testimonio, de su entrega y de su legado”.
Tras el discurso de Ricci, tomó el micrófono una alumna de sexto grado, que recitó un poema escrito por Fosbery, justo antes de que el Vicepresidente de FASTA, Alejandro Campos, hiciera uso de la palabra.
En el último tramo del acto, Campos se dirigió a la comunidad para agradecer el gesto conmemorativo. Recordó a su compañero por “su original tomismo, que no era un tomismo de academia sino un tomismo de taberna para hombres y mujeres comunes: una propuesta de vida que es capaz de encontrar respuestas sin hablar de Santo Tomás, sino de las cosas”.
Por otra parte, señaló que Aníbal Fosbery fue “un apóstol de los jóvenes”, que peregrinó “hasta donde los huesos le dieron y pudo para que los jóvenes, con un tono esperanzado, épico y fervoroso, pudieran encontrar a Cristo”. Recreó a Fosbery ante el público, a quien destacó como patriota, fervoroso, fundador y “ante todo, un gran sacerdote”.