La Ing. Ambiental Valentina Sánchez, graduada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad FASTA, recibió, por parte de COPIME y de la Academia Nacional de Ingeniería, dos importantes premios.
Por parte del Consejo Profesional de Ingeniería Mecánica y Electricista- COPIME, le fue galardonado el premio de la institución destinado a los mejores egresados en el campo de su especialidad. Desde la Academia Nacional de Ingeniería, Valentina recibió el Premio “Ing. Isidoro Marín” que se otorga a los egresados sobresalientes de las carreras de ingeniería que se dictan en universidades argentinas. Dicho honor, creado en 1993, tiene por objeto evidenciar públicamente a quienes se hayan destacado por su capacidad y dedicación al estudio durante su carrera universitaria, alcanzando un nivel sobresaliente de capacitación científico-técnica reconocida por su Universidad y por la Academia.
Es importante destacar que estos premios sirven de gran estímulo a los jóvenes ingenieros que recién comienzan su carrera profesional, impulsándolos a continuar con el elevado nivel manifestado durante sus estudios.
En primera persona
¿Cómo elegiste la carrera de Ingeniería Ambiental?
Desde que estudiaba en el colegio me interesaban las ramas de ciencias naturales, matemática, química y física, todas esas asignaturas. Entonces, siempre quise estudiar algo relacionado, terminé entre dos carreras: Bioquímica o Ingeniería Ambiental. Fui por la primera, hice un año y estando en el laboratorio me di cuenta de que no era lo que más me gustaba. Si bien me interesaban las asignaturas, no era la salida laboral que quería. Ahí fue cuando decidí pasarme a Ingeniería Ambiental. Me gustó aprender más sobre su salida y campo laboral y que era bastante amplio. Podía trabajar de modo dependiente, independiente, en la industria, en el campo, en laboratorios, hospitales, como consultora. Había un gran abanico disponible. Eso, junto a las materias y la salida laboral, sin duda, me encantó. Siempre me orienté más por el lado de la industria y de trabajar junto a otras especialidades, e Ingeniería Ambiental reunía todas condiciones.
¿Cómo fue tu paso por la Universidad?
Para mí fue espectacular. Arrancamos un grupo bastante grande de estudiantes y me fui quedando con un montón de amigos, más allá de cambios de carrera o de que quedaran en otros años, la amistad se formó y eso fue lo más lindo.
Lo que valoro mucho de FASTA es el hecho de tener a los profesores cerca. Si tenía una duda, no me la llevaba a mi casa, el tratamiento era más cercano y especializado. En la clase me podía preguntar todo, participar. Era un ida y vuelta muy dinámico porque no éramos tantos y los profesores nos conocían a todos. Incluso hoy, nos contactan para informarnos acerca de puestos de trabajo disponibles.
Las prácticas profesionales fueron una de las mejores cosas que me pudieron pasar. La facultad posee un montón de convenios con muchas industrias, y eso te da una gran posibilidad. Incluso podes acercar el contacto de una empresa para que se genere acuerdo y puedas hacer la PPS allí.
¿Ya has tenido alguna experiencia dentro del campo de Ingeniería Ambiental?
Actualmente estoy trabajando en una metalúrgica de energía y petróleo, QM Equipment. Yo empecé aquí desarrollando mis prácticas supervisadas que se detuvieron debido a la pandemia, después retomé y antes de finalizarlas me ofrecieron ingresar a la empresa. Me interesa mucho la rama de energía y petróleo, así que acepté. Mientras empezaba a trabajar, rendí unos finales y me recibí con mi tesis. En enero de 2023 cumpliré dos años.
¿Qué te gustaría para tu futuro profesional?
Me gustaría seguir creciendo porque esta empresa es increíble y me encanta: tiene un montón para enseñar, como experiencia profesional y con un buen ambiente. En cuanto a lo relacionado con mis estudios: estoy haciendo una maestría de energías renovables y proyectos energéticos que brinda el Centro Europeo de Postgrado y Empresas (CEUPE). Mi idea es dedicarme, a futuro, más al tema de la energía Me gusta el ámbito y estoy abierta a otras posibilidades: sea en el sur del país o afuera. Solo quiero seguir aprendiendo, creciendo y conociendo otras industrias.
¿Cómo fue el proceso de postulación?
En realidad, lo hicieron desde la facultad, yo no estaba enterada. Tanto el COPIME como la Academia establecen determinados requisitos para ser electo: promedio mayor a 8 y haber terminado la carrera en determinado tiempo, entre otros. Si se cumplen, te otorgan este mérito. Directamente, al aceptarse mis postulaciones, desde la facultad me avisaron. ¡No lo podía creer!
¿Cómo viviste las entregas?
Fueron muy emocionantes. Como eran en Buenos Aires y en dos días distintos, reuní todo para ir un solo día. Fui al acto de la Academia, que fue un viernes, y fue un encuentro muy lindo junto a otros ingenieros de todo el país, graduados en ingeniería biomédica, civil, industrial, mecánica, ambiental. No me lo esperaba y fue algo muy sorpresivo.
¿Qué significa para vos el haber obtenido tales menciones?
Te da un poco de confianza, seguridad y fuerza en uno mismo. Al terminar la carrera, que la hice como yo quería, siempre está la autocrítica. Y al llegarme el mensaje de los reconocimientos a nivel nacional, junto a otros colegas, me dio una cierta motivación para creer en mí misma. Yo quiero, yo puedo y lo que uno hace con ganas, se logra. Eso me da confianza para que se me abran otras puertas.
¿Qué mensaje te gustaría dejarles a los estudiantes de secundario que estén pensando en elegir esta carrera?
Les recomendaría que, si bien es importante que se enfoquen en el plan de estudios para conocer las asignaturas y ver si les gustan, se interioricen en la salida laboral, en que podrán hacer como ingenieros ambientales. Asimismo, hablar con un graduado que tenga noción de la carrera, para aclarar más las ideas o dudas, conocer el campo. En su momento, yo hablé con la Ing. Bárbara Corleto quien me ayudó a aclarar el panorama. Además, que trabajen en equipo, que se hagan amigos, que se busquen. Y que sepan que todo lo que hagan con ganas, con vocación, sale. Cursar la carrera para mí no fue un peso, al contrario. Fue un lindo proceso.
La carrera es hermosa, tiene mucha salida laboral, tanto aquí como afuera. Hoy en día, y cada vez más, los temas ambientales están más instaurados. Es el futuro y tiene mucho potencial para crecer y desarrollarse.