Conocé la experiencia personal de Emilia Benzoni en UFASTA y el recorrido profesional que desembocó en Lexi Cloud, la idea de una aplicación para personas con dislexia.
La motivación más grande hoy en día para Emilia Benzoni –flamante licenciada en Psicopedagogía por UFASTA– es la de encontrar un uso para la tecnología en la educación. Durante sus años de cursada, al realizar su trabajo final de licenciatura y en su paso por el Colaboratorio, la tecnología educativa marcó su formación como profesional. Para la psicopedagoga, ese “constructo de experiencias” fue lo que finalmente se materializó hacia diciembre del año pasado como Lexi Cloud, el proyecto de una app para ayudar a personas con dislexia. Junto con su compañera y por medio de la Universidad, participaron del Programa Explorer de Santander y quedaron seleccionadas para viajar a Europa para medir su idea.
Como estudiante de UFASTA, el primer acercamiento para Emilia Benzoni a la tecnología educativa se produjo durante su viaje de intercambio a la Universidad de Málaga –una de las universidades con convenio con UFASTA– en 2019, al que accedió gracias a una beca de Santander. Allí, cursó materias como Educación audiovisual y alfabetización digital; y las TIC como soporte para la innovación educativa. Casualmente, su vuelta de la universidad española a Mar del Plata fue en febrero de 2020, cuando se disparó la suspensión de clases presenciales por la pandemia. “Esta especialización que hice tuvo mucho más peso en la pandemia, porque fue un escenario en el cual la educación pasaba por la tecnología”, rescató sobre eso Emilia.
En este sentido, Emilia comenzó con sus primeros pasos profesionales alrededor de ese área. Uno de sus trabajos se desarrolló en la Municipalidad de General Pueyrredón. El proyecto, que a día de hoy mantiene, tiene que ver con “un programa en escuelas municipales, que se llama Cultura Digital. Es un programa de especialistas del área en la cual somos nosotras las capacitadoras; nos acercamos a las escuelas y tratamos de brindar herramientas a los docentes, a los alumnos. Intentamos que el docente no esté solo”, explicó Benzoni. Se trata de un proyecto que busca utilizar las herramientas disponibles en el aula –por ejemplo, los celulares de los alumnos– para crear, usando la tecnología, soluciones más eficaces a nivel educativo.
La experiencia que Emilia fue recogiendo en el campo laboral decantó en su entrada en el Colaboratorio de Innovación Tecnológica de la Universidad, tras una convocatoria que recibió de su director, el Ing. Pablo Miozzi.
Sobre el Colaboratorio, Emilia pudo contar que “Se da una red de profesionales y futuros profesionales muy interesante, todos muy abocados al emprendedurismo, a reflexionar, al intercambio de ideas”. Y es que el espacio funciona como una rama de la Universidad donde investigadores, estudiantes y académicos crean grupos de trabajo transdisciplinarios, que buscan promover la tecnología y actividades de innovación que puedan mejorar la calidad de vida de las personas. Es en este espacio donde comenzó a gestarse Lexi Cloud, que Emilia persigue hoy en día junto a su compañera Marianela Sánchez, programadora.
Sobre Lexi Cloud, el proyecto para ayudar a personas con dislexia:
– ¿Cómo nació el proyecto?
– Cuando me convocaron al Colaboratorio se me generó mucho ambiente laboral, mucha experiencia. Ahí conocí a Marianela, que es mi compañera del proyecto Lexi, y empezamos a charlar de un montón de cosas. A mí me gustaba mucho la tecnología, y a ella le gustaba mucho la pedagogía. Pero ella es programadora, entonces hicimos como un puente entre programación y pedagogía. Empezamos a reunirnos, a charlar, a juntarnos. Y empezamos a pensar en alguna aplicación. Yo siempre pienso que no es que nació de la nada, fue un constructo de experiencias que se logró materializar en esto que hoy se llama Lexi Cloud.
– ¿Qué podés contarnos sobre Lexi Cloud?
– Primero que nada es importante aclarar esta palabra “lexi”: va a ser una aplicación dirigida para personas con dislexia, pero intentamos sacar este prefijo “dis-” que hace alusión a “dificultad” para darle otra perspectiva. Es una forma de desmitificar esta perspectiva de que la dislexia implica una dificultad. Yo creo que es un estilo de aprendizaje distinto; como psicopedagoga sé que hay muchos estilos de aprendizaje, y creo que este es otro. Esta aplicación tiene como finalidad acompañar, enriquecer el proceso de adquisición de conocimientos. No buscamos un concepto erróneo de “rehabilitar”. Lo que sí se puede hacer es mejorar el proceso de enseñanza.
– Ustedes lograron pulir la estructura de Lexi en el Programa Explorer de Santander. ¿Cómo se dio su participación ahí? ¿Cómo llegaron a postularse?
– Bueno, con Marianela en el Colaboratorio conocimos a Alexei Juric, un estudiante de UFASTA que participó en el Explorer. Nos convenció de que nos postulemos y participemos. Nosotras arrancamos a finales de septiembre. Fueron doce semanas en las que fuimos haciendo distintos entregables, trabajando en el desarrollo de marca. Es como un caminito que logra efectivizar en acciones concretas estas ideas que nosotros tenemos: te baja a la tierra y te dice “¿qué vas a hacer?”. En enero de 2023 nos enteramos que quedamos [para viajar a Europa en el Explorer Trip].
– Y ahora quedaste seleccionada para viajar.
– Estoy muy contenta, y también lo importante es que esto es el comienzo. Mucha gente dice que el premio es el viaje, pero en realidad es recién el inicio. Ahora me estoy capacitando, porque queremos trabajar muy duro con Marianela para poder presentar un producto de calidad profesional y estar preparadas. Me estoy especializando en Psicopedagogía Laboral, y también estoy haciendo una diplomatura en dislexia para ahondar en conocimientos específicos.
– ¿Cómo va a seguir el proyecto de Lexi Cloud?
– Con Marianela creemos que si nosotros no escuchamos a nuestros usuarios, no nos podemos acercar a ellos. Por eso empezamos a convocar a gente para escuchar sus necesidades, sus características. Profesionales del área (docentes, psicopedagogos), personas con dislexia y allegados, personas que conozcan a alguien con dislexia. Lo que buscamos más que nada que el usuario no se adecúe a Lexi, sino que Lexi se adecúe al usuario.
– ¿Qué usos imaginás que puedan darle las personas a la aplicación?
– Esto recién empieza, pero nuestras ideas son, por ejemplo, que el usuario pueda crear su propia tipografía según sus necesidades, sus características; y que esa tipografía pueda usarse a sus herramientas digitales, por ejemplo el celular, la computadora. Acompañar con apoyo visual, apoyo auditivo. Va a estar enfocado también para su uso por profesionales que no tengan alguna herramienta digital en su trato con pacientes.